Lo que te saca del infierno al paraíso
es un amor de hechos, no de palabras huecas, promesas vanas y traiciones.
Al amor lo matan los ardores del
orgullo y las
locuras del egoísmo que encierran la confianza en un laberinto.
Acepta que en el arte de amar te falta
mucho y decide
aprender y dejar de ser un “analfabeto afectivo”.
Acepta que amar es mucho más que querer, desear, tener sexo y compartir
cama, rumba y mesa.
Es
verdad lo que dice una vieja canción: Casi todos sabemos querer, pero pocos sabemos amar.
Solo
amas cuando comprendes, confías, respetas, perdonas, das y te das, y eres sincero, detallista y fiel.
Si
reconoces que eres un aprendiz y no un maestro, ya estás bien, porque te
dedicas a mejorar, algo que pocos hacen.
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