Educar a un perro no es tarea fácil y
por ello queremos compartir algunas pautas para poder entender y aplicar
soluciones como en caso de destrozos.
A veces
damos por sentado que algunos comportamientos son normales cuando en realidad
están indicando un desequilibrio emocional en nuestra mascota, es decir, que
son un síntoma de que algo no marcha bien. El tercer y último problema de
conducta que trataremos, en la serie de 3 monográficos que os estamos
ofreciendo sobre como educar a un perro, serán los destrozos.
Si se
producen cuando el animal está solo en casa, los destrozos son uno de los tres
síntomas de la ansiedad por separación, junto con los ladridos y los pipis y
cacas.
Consejos útiles para evitar esa
ansiedad por separación
Pon un poco de sana distancia entre tu
perro y tú. Si es
dependiente, piensa que lo está pasando mal, y que cuanto más cariño le des más
querrá, ya que su desequilibrio emocional hace que nunca tenga bastante. No le
des caricias, atención, comida, ni en general nada cuando te lo pida, sino
cuando tú decidas.
Así
premias su independencia y le envías el mensaje de que tú le quieres y vas a
cubrir todas sus necesidades sin que él tenga que luchar por ello. No te
despidas de él cuando te vayas de casa ni le saludes cuando entres: son
momentos críticos en que su demanda de atención se dispara.
Y sobre todo… no dejes que duerma
contigo subido a tu cama!
Esa es una de las actitudes que más fomenta su dependencia. Son unas pautas
sencillas pero muy importantes para aprender a tratar y educar a un perro.
¿Por qué los cachorros suelen destrozar
las cosas?
Se
puede considerar normal que un cachorro de 4 ó 5 meses de edad haga algún destrozo
que otro, ya que está mudando los dientes y eso duele. Los bebés humanos
muerden con rabia la tetina del biberón cuando les están saliendo los dientes,
por el mismo motivo. Pero si tu mascota llega a los 6 meses de edad y sigue
mordiendo objetos, eso es de todo menos normal.
Esta conducta suele indicar un estado
de ansiedad en el animal,
que puede estar causada por nervios, miedos, rabia contenida… En una persona el
comportamiento equivalente sería morderse las uñas. Una vez más, las riñas o
castigos suelen agravar el problema más que solucionarlo y no sirven, pues,
para educar a un perro.
¿Será que está enfadado contigo?
Si
crees que tu mascota puede destrozar porque está enfadada contigo, analiza el
día a día con ella.
¿Te pasas el tiempo riñéndole, dándole
órdenes, etc.? Si
es así, no te extrañe que vaya acumulando rabia. Recuerda que el objetivo de
cualquier castigo, aunque sólo sea reñirle, es modificar su conducta pero esto
implica aprender a educar a un perro de forma coherente.
Si no
lo estás consiguiendo, es que algo falla. No asumas simplemente que tu perro es
tozudo, que no quiere obedecerte. A lo mejor no te estás comunicando con él de
la manera adecuada. Entonces las riñas sólo se convierten en una fuente de
estrés para él y para ti.
¿Qué podemos hacer si es muy
impaciente?
Si
tienes una mascota impaciente, que no para quieta ni un momento, que se pone a
gimotear en el coche, sobre todo cuando os acercáis al lugar de destino, que
llora o ladra cuando te paras a hablar con alguien en la calle… seguramente son
los nervios los causantes de los destrozos.
Tendrás
que ser tú quien le transmita calma. Cuando le pasees, déjale oler todo lo que
quiera y camina despacito, disfrutando tú también del paseo. En casa, no
convienen peleas, ruidos fuertes, carreras de un lado a otro ni nada que pueda
estresarlo aún más. Los animales son
esponjitas emocionales. Si en tu casa todo son prisas y descontrol, tu mascota
reflejará esto como lo que es: un miembro más de la familia.
¿Y si es el gato el que nos destroza
las cosas?
En los
gatos los problemas de destrozos más usuales son por rascarse las uñas en otros
lugares que no son su rascador. Antes hemos visto consejos para educar a un
perro en caso de destrozos y ahora veremos qué hacer con un gato.
Consejos útiles para evitar que el gato
destroce las cosas
El
número y ubicación correcta de los rascadores ayudará mucho a resolver el
problema. Aunque parezca una tontería, la mejor forma de enseñar o estimular a
tu gato para que se afile las uñas en su rascador es que hagas tú este gesto
delante de él, ya que los animales aprenden mucho por imitación. Sobre todo
recuerda no reñirle ni castigarle si le ves haciéndolo en otro sitio. Los gatos
tienen tendencia a acumular rencor, lo cual les lleva a repetir la mala
conducta todavía más para hacer rabiar a su dueño.
Lo
mejor es que cubras la superficie que está destrozando con un plástico hasta
que se acostumbre a su rascador. Así conseguirás que deje de ser rasposa y, por
lo tanto, atractiva para sus uñas, por lo menos hasta que "cambie de
chip". Como, al igual que los perros, los gatos son animales de
costumbres, cuando le pille el gusto a su rascador en principio tendrás el
problema solucionado, y podrás quitar los plásticos protectores.
Nunca
coloques rascadores adaptados a la forma del mueble, porque le estarías
diciendo que ese mueble se rasca. Mi consejo es que coloques rascadores de
torre (el de la base con un palo largo que sale del centro) cerca del mueble
que él rasca, pero nunca pegado.
Conclusión sobre los destrozos y otros
comportamientos
Como hemos explicado, las regañinas y
los castigos, sobre todo a destiempo o mal aplicados, no sólo no sirven para
solucionar el problema, sino que suelen provocar que vaya a más. Esto sucede
porque no suelen ser suficientes como para pararle los pies a nuestro perro ni
para modificar su conducta, y además él obtiene nuestra atención, con lo cual
su mala conducta sale premiada.
Un buen especialista nos ayudará a ver
las causa del problema y a poder aplicar las pautas adecuadas (sin castración
ni medicación) para corregir el comportamiento.
Así es como nosotros también
aprenderemos a educar a un perro u otro animal.
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