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EL LEGADO DE EDUARDO LONDOÑO ARANGO: ARQUITECTURA, URBANISMO Y COMPROMISO SOCIAL EN COLOMBIA

 



 

Datos Biográficos y Contexto Académico

 

Eduardo Londoño Arango fue un destacado arquitecto colombiano.

·         Nació en Manizales el 15 de noviembre de 1938 y murió el 30 de Octubre de 2.025 en la misma ciudad.

·         Hijo de: Ricardo Londoño Mejía y Lelia Arango Echeverri.

·         Casado con: Maria Victoria Gomez (Fallecida).

·         Hijos: Mauricio y Maria Victoria.

·         Hermanos: Ema, Hernando, Alfredo, Ana, Maria Amelia y Ricardo.

·         Formación: Estudió Arquitectura en la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá.

·         Título Profesional: Lo obtuvo el 19 de junio de 1964.

·         Formación Complementaria: Realizó estudios de postgrado en Francia, lo cual influyó en su enfoque arquitectónico moderno.

·         Trayectoria Docente: Desde muy joven se vinculó a la docencia, siendo profesor de Diseño en la Universidad Nacional (sede Bogotá).

Su actividad profesional se enmarcó en un período de intensa urbanización y necesidad de vivienda en Bogotá, vinculándose significativamente al desarrollo de vivienda colectiva con un marcado enfoque social, buscando soluciones para estratos medios y bajos, a menudo a través del ICT (Instituto de Crédito Territorial).

 

Obra Destacada y Reconocimientos

La obra más relevante y reconocida de Eduardo Londoño Arango es la Urbanización Pablo VI (Paulo VI) en Bogotá.

Proyecto

Ubicación

Año de Inauguración

Co-Autoría

Reconocimiento

Características Principales

Urbanización Pablo VI

Calle 53, entre carreras 50 y 60, Teusaquillo, Bogotá.

1966

Arquitecto Gabriel Pardo.

Premio Eternit en 1968.

Vivienda colectiva de alta densidad (600 hab./ha). Bloques de apartamentos, amplias zonas verdes, locales comerciales y espacio público central (plaza con fuente).

 

Otras obras y menciones importantes:

·         Conjunto Residencial Timiza: Ubicado en el suroccidente de Bogotá y se destaca por incluir la posibilidad de ampliación para los propietarios.

·         Edificio del SENA en Chapinero: Algunas fuentes le atribuyen el diseño de este edificio (Carrera 13 con Calle 65)..

·         Otras obras: Sede Club Campestre Manizales, Edificio del Palacio Nacional Manizales, El Hospital de Ibague, El Hospital de Pitalito y la clínica Reina Sofía en Bogotá.

·         Otros Roles: Ocupó el cargo de Director de la Oficina de Edificios Nacionales (actualmente Invías), permitiéndole desarrollar proyectos de infraestructura.

    • Ganó el segundo puesto en la Bienal de Sao Paulo 

·         Prestó asesoría en el desarrollo de la “Ciudad Rosario” que actualmente se desarrolla la zona del Club Campestre Manizales.

            Nota: Varios de estos logros fueron en compañia del arquitecto Carlos Martinez Silva, su                 gran amigo, socio y compañero de trabajo 


Estilo y Aporte Arquitectónico

El enfoque de Londoño Arango se identifica con una arquitectura moderna-vanguardista fuertemente orientada al bienestar social y el uso práctico.

·         Vivienda Colectiva de Calidad Social: Su mérito principal, según la prensa, fue "demostrar que se podían hacer proyectos de calidad arquitectónica para el estrato tres", elevando el estándar de la vivienda de interés social.

·         Énfasis Urbanístico: Su diseño no se limitó a edificaciones aisladas, sino que se centró en la integración urbana, la generación de espacios abiertos relevantes y la promoción de la vida en comunidad. Esto es evidente en Pablo VI, donde la disposición de los bloques alrededor de una plaza central y las áreas verdes fomentan la cohesión social.

·         Funcionalidad y Bienestar: Su visión arquitectónica buscaba "garantizaba las condiciones mínimas de bienestar, pero con lo mínimo y siempre en pro del uso práctico".

Importancia y Legado

El legado de Eduardo Londoño Arango es crucial para la historia de la vivienda de interés social y el urbanismo moderno en Colombia.

·         Hito del Urbanismo Social: El conjunto Pablo VI es considerado un caso ejemplar de vivienda social moderna en Bogotá, que sentó un precedente sobre cómo integrar diseño de calidad, funcionalidad y espacios comunitarios.

·         Pionero y Referente: Su compromiso con la calidad arquitectónica para los sectores menos favorecidos lo posiciona como un pionero en la creación de espacios urbanos que promueven la convivencia y la calidad de vida.

·         Huella Docente: Su labor como profesor en la Universidad Nacional complementó su aporte práctico, influyendo en la formación de nuevas generaciones de arquitectos con una sensibilidad social.

·         Liderazgo y unión familiar: Fue un líder indiscutible al interior de la familia Londoño Arango, buscando el bienestar de todos sus miembros y ayudando siempre a quienes atravesaban dificultades. También se preocupó mucho por ayudar a la Fundación Obras Sociales Betania en Manizales.

 

Reflexión sobre la Arquitectura con Enfoque Social de Eduardo Londoño Arango

La trayectoria de Eduardo Londoño Arango es un recordatorio fundamental del potencial de la arquitectura como herramienta de transformación social.

En una época de rápido crecimiento urbano en Colombia (mediados del siglo XX), donde la necesidad de vivienda masiva podía haber conducido fácilmente a soluciones meramente utilitarias o empobrecedoras, Londoño Arango, con su obra emblemática Pablo VI, demostró que la calidad arquitectónica y el urbanismo humanista no son lujos exclusivos de las élites.

Su enfoque en las zonas verdes, los espacios comunes y la integración urbana —evidenciado en la plaza central de Pablo VI— refleja una comprensión profunda de que la vivienda no es solo un techo, sino el cimiento de la comunidad. El hecho de que un proyecto de vivienda social recibiera el Premio Eternit en su momento subraya que su trabajo fue reconocido por su excelencia, validando la idea de que los estratos medios-bajos merecen y pueden acceder a un diseño de vanguardia.

Su contribución principal: Ser un abanderado de la arquitectura vanguardista enfocada en garantizar condiciones mínimas de bienestar con un enfoque práctico. Su legado perdura en la estructura urbana de Bogotá, sirviendo como un valioso referente de que el urbanismo social y moderno puede ser sinónimo de dignidad y calidad de vida.


Fuentes principales consultadas

  • Artículo en El Tiempo sobre su biografía y proyectos. El Tiempo
  • Entrada en Wikipedia sobre la Urbanización Pablo VI (autores: Eduardo Londoño Arango y Gabriel Pardo; inauguración 1966; Premio Eternit 1968). es.wikipedia.org
  • Trabajo/Repositorio Uniandes que discute el conjunto Pablo VI y la autoría. Repositorio Institucional Séneca
  • Ficha biográfica (documentos subidos en repositorios como Scribd) que consignan fecha de nacimiento y actividad docente. Scribd+1
  • Información institucional/histórica sobre proyectos del ICT y el conjunto Pablo VI (Sociedad Colombiana de Arquitectos / archivos). scabogota.org

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PALABRAS DE  CARLOS MARTINEZ SILVA (EL MONO MARTINEZ) A SU GRAN AMIGO EDUARDO LONDOÑO

Eduardo, más que un amigo, fue como un hermano, un confidente.

Con su inteligencia, caballerosidad y sabiduría, siempre estuvo cerca , desde que nos conocimos en 1958 en la Universidad Nacional de Colombia.

Compartimos con éxito el ejercicio de la Arquitectura, la docencia, los viajes la amistad sincera.

Los buenos momentos y también los malos.

El amor por la vida, por la belleza, por la Naturaleza por el paisaje y el lugar donde nacimos vivimos y soñamos.

Su familia y su hogar, siempre ejemplos para la comunidad

La ruta que sigue en su partida sugiere para mi un camino que debo seguir para encontrar una eternidad feliz y un recuerdo imborrable para quienes permanecen en este bello entorno.



Este cuadro indica los Premios de concursos de Arquitectura que en nuestra sociedad (Eduardo y Carlos) obtuvo durante el ejercicio profesional.

"Un TIO orgullo para ustedes y un amigo fraternal para mi". 

CMS.

CARLOS MARTINEZ SILVA

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Otros documentos:

Carta postuma de Juan Camilo Echeverri a Eduardo Londoño

Me acuerdo muy bien de ese día en El Rosario cuando Eduardo y María Victoria les ofrecieron
a mis papás llevarme por una semana a visitar Bogotá. Yo creo que tenía 9 años. Para mí ir a
Bogotá en 1988 era el equivalente a ir a la luna ahora. Era el sitio de los edificios grandes, de
donde venía casi toda la televisión que yo veía, y yo me moría de ganas de conocer
Monserrate.
Me acogieron en la casa del barrio La Castellana. Me llevaron a Unicentro, me llevaron un
sábado por la noche a un festival de magia y a comer pizza por metro. A Monserrate me
terminó llevando Ana. Yo no podía de la sobrecarga sensorial, era un turista pequeñito
mareado con todo lo que veía. Me enamoré de las ciudades grandes y fue ahí que me di
cuenta de lo que me estaba perdiendo.
Pero fue más que eso. Eduardo escuchaba música clásica y tenía libros en todas las paredes.
La manera en que María Victoria cocinaba era un portal a lo desconocido: los huevos del
desayuno no eran los mismos de la cacerola de la casa; tenían queso y jamón y yo no sé qué
más cosas y sabían increíble. Eduardo me regalaba libros y me hablaba del diseño del Palacio
Nacional de Manizales y del barrio Pablo VI como si yo fuera un adulto.
Entonces sí, en resumen, ellos dos culturizaron al sobrino montañero. Pero es que fue mucho
más que eso: me dieron permiso para no apegarme a las convenciones de Manizales, que
buenas o malas no eran mi preferencia. Yo, inseguro como nadie, necesitaba ese sello de
aprobación, ese camino ya recorrido.
Congruentes como solo ellos dos eran, me volvieron a acoger en Bogotá como estudiante
universitario. Yo no veía la hora de irme los fines de semana a la casa de ellos porque por fin
dejaba de comer fideos chinos, o cuido, como lo llamaba Eduardo. Allá podía espiar la música
que en esa época escuchaban Mauricio o Mavi (¿dónde más iba yo a aprender de Jethro Tull o
Alan Parsons?), hablaba de política con Eduardo, quien seguía regalándome libros, y me sentía
menos provinciano.
Pero es que Eduardo y María Victoria fueron aún más que eso: ¡porque ese ciclo ya lo habían
vivido incluso más de cerca con mi papá, a quien ya habían acogido y formado! Ellos formaron
a la persona que me formó a mí. Me acuerdo de mi papá hablándome con orgullo de sus años
en el edificio que después se convirtió en el Hotel Casa Medina. Por encima de todo valoro la
protección y apoyo a mi papá al ser el primero de sus hermanos en ir la universidad.
Y sí, insisto, fue aún mucho más porque hasta ahora solamente he hablado de dos personas
quienes durante décadas ni siquiera vivían en la misma ciudad. Consideremos la huella de
Eduardo y María Victoria en hijos, nietos, hermanos, sobrinos y en personas que los
acompañaron durante su vida: Diana, María, Zuki. Hasta mis suegros, años después, se
acuerdan de Eduardo como el creador de la forma platónica del coctel, un brebaje de ginebra
con jugo de maracuyá que Eduardo se inventó en cinco minutos en su casa y que ellos alaban
y todavía tratan inútilmente de reconstruir como si fuera la fuente de la eterna juventud.
Celebremos que nunca vamos a entender la dimensión de su impacto en nuestro mundo. No lo
entendemos, pero nos alegra y nos guía.
Duele tanto que ya no estén, porque fueron personas esenciales. Dejan el vacío propio de ejes
de la familia. Nos queda, eso sí, el ejemplo, que espero sigamos; los recuerdos, que nadie nos
quita; y una gran familia, que es obligación de todos nosotros nutrir.

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PODCAST

EL LEGADO DE EDUARDO LONDOÑO ARANGO: ARQUITECTURA, URBANISMO Y COMPROMISO SOCIAL EN COLOMBIA

El texto proporciona una visión general de la vida y obra del arquitecto colombiano Eduardo Londoño Arango, destacándolo como una figura clave en la arquitectura moderna y el urbanismo social en Colombia. La fuente subraya su compromiso con la vivienda colectiva de calidad para estratos socioeconómicos medios y bajos, a menudo en colaboración con el ICT, el Instituto de Crédito Territorial. Su trabajo más reconocido es la Urbanización Pablo VI en Bogotá, un proyecto de alta densidad que ganó el Premio Eternit y es considerado un hito por su enfoque en la integración urbana, los espacios comunes y el bienestar social. El legado de Londoño Arango reside en demostrar que la arquitectura de vanguardia y el diseño de calidad podían aplicarse exitosamente a proyectos de interés social, promoviendo la dignidad y calidad de vida en entornos urbanos en rápido crecimiento.





FUE UN EJEMPLO DE VIDA PARA ESTE PAIS Y PARA EL MUNDO


PAZ EN SU TUMBA

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