A veces soy un enigma, callado, reservado
y con una cabeza llena de caos que no sabe cómo soltar lo que siente. Tú dices
que debería hablar más de sentimientos, pero eso no se me da. Y aun así,
aquí estoy, tratando de ponerte en palabras algo que ni yo sé cómo explicar.
Te amo tanto que me siento tonta —o tonto, según el día—, porque duele de
verdad cuando no estás. Es como si el mundo entero perdiera el
equilibrio. Y para que te hagas una idea de cuánto es ese tanto, cuenta
todas las estrellas. ¿Ya? Súmale una más.
La verdad, nunca fui fan de la cursilería, y
hasta a mí me espanta lo que siento. Pero ¿cómo no decirlo cuando hasta el
silencio grita tu nombre? Te amo tanto que me da miedo pensarlo. Tanto que
hasta mis pecas parecen sumarse al infinito cuando intento calcular lo
que significas para mí.
Porque mi amor por ti es así: inmenso,
complicado y lleno de pequeñas cosas que no siempre sé expresar. Pero lo que sé
es esto: súmale una más. Siempre habrá una estrella extra, una peca
escondida, un latido más fuerte. Y así seguiré amándote... tanto.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios