Ha pasado tanto tiempo, pero aquí estoy, al
fin entendí lo que es el amor verdadero. Me descubrí en tus besos,
en tu forma de abrazar hasta mis defectos. Tú, sí, sabes quererme como a mí me gusta.
Soy la flor encendida que da color al jardín
de tu vida, y por favor, no me dejes, porque aquí estoy, valiente, dispuesta a corresponderte. Amar sin
miedo, sin cadenas, sin posesión... Eso es lo que siempre he buscado, lo que mi
alma necesita.
El amor perfecto comienza por mí misma. Si
no sé quién soy, ¿cómo saber quién me estima? Mirarme al
espejo me confirmó lo que siempre supe: merezco el amor que me llena,
que me acompaña, que
trae paz y me hace sonreír.
Hay tanto odio
en el mundo, tanta herida, pero amar sin miedo no es una utopía. Es un acto de valentía,
de creer que podemos vivir un amor que escucha, que no exige
cadenas y que nos libera.
Si no es así, mejor estar solita,
porque la vida está hecha para compartir amor, no para soportar penas. Tú, sí,
sabes quererme, y eso, amor mío, es todo lo que el mundo necesita: un corazón que quiera sin
miedo y una vida que se guíe por el amor verdadero.
Amar como a mí me gusta no es pedir demasiado, es simplemente el derecho de cualquier alma valiente.
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