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LEYENDA DE ATENEA O MINERVA



En la religión griega y la mitología, Atenea es la diosa de la sabiduría, el coraje, la inspiración, la sabiduría, la inteligencia divina, la civilización, el derecho y la justicia, la guerra justa, las matemáticas, la fuerza, la estrategia, las artes, la artesanía. Ella es la virgen patrona de Atenas. Los atenienses fundaron el Partenón en la Acrópolis de su ciudad del mismo nombre, Atenas, en su honor.

Atenea (Minerva en la mitología romana) es la diosa virgen de la guerra, de las artes y oficios y, posteriormente, en la mitología romana, cuando se le atribuyó ser la diosa de la sabiduría en general, siendo muchas veces solicitada como juez (a pesar de ser una diosa virgen, ésta no rehuía a los hombres y se deleitaba siendo una diosa protectora).

Es la diosa de la guerra pero no le gusta la batalla, dedicando su talento a las artes de la paz. Antes de entrar en combate, siempre intenta arreglar los conflictos de manera pacífica, sin embargo, una vez que entra en batalla, nunca es derrotada.

Considerada por sus enemigos como implacable y poderosa. También es la diosa de la ciencia, la artesanía, las bellas artes, la literatura (sustituyendo a las Musas) y la filosofía.

Atenea es también patrona del arte de la agricultura y de las labores femeninas, especialmente del hilado y el tejido, por ser la diosa de las actividades inteligentes.

Entre sus dones están la invención del arado y la flauta y las artes de domesticación de animales, de construcción de barcos y de fabricación de zapatos.

Se la asociaba a menudo con las aves, especialmente con la lechuza.

Tuvo un nacimiento peculiar. Gea y Urano habían advertido a su nieto Zeus de que su primera esposa, Metis, iba a concebir un hijo que le destronaría (como él hizo con su padre Cronos). Fue entonces cuando Zeus se tragó a Metis, que estaba encinta, y se olvido de ella hasta que Zeus sufrió una terrible jaqueca.

Entonces Hefesto, le asestó un hachazo al cráneo de Zeus para que se descubriera el problema. Fue cuando salió de su cráneo Atenea, revestida con su armadura y ya adulta, que profirió un grito de guerra que resonó en cielo y tierra.

El lugar donde nació se sitúa (en la mayoría de las leyendas) al borde del lago Tritonis, en Libia.

Atenea es la hija predilecta de Zeus. Normalmente, Atenea no está armada y ni siquiera tiene armas propias, ya que, cuando las necesita se las pide a su padre Zeus.


Atenea, aún así, ha tenido disputas con otros dioses. La más conocida es su disputa con su tío Poseidón.

Tiempo atrás, los atenienses levantaron una próspera ciudad y deseaban que algún dios los protegiera. Poseidón y Atenea querían ese honor y lucharon por él. Los atenienses sugirieron entonces para dirimir la disputa que la ciudad sería para aquel de los dos que les ofreciera el mejor obsequio. Poseidón clavó su tridente en una roca de la Acrópolis de la que brotó un manantial de agua salada que estuvo a punto de inundar la ciudad. Los atenienses protestaron diciendo que el agua estropearía sus ricas tierras de labranza y pidieron a Atenea que les ofreciera un regalo más práctico. Atenea golpeó la roca con su lanza y de inmediato brotó un olivo. Los atenienses vieron que de sus frutos obtendrían aceite para cocinar, para iluminar y para hacer perfumes, y pusieron su ciudad bajo la protección de la diosa. Atenea aseguró del olivo que "del que no solamente sus frutos serían buenos para comer, sino para aliviar sus heridas y dar fuerza a su organismo, capaz de dar llama para iluminar las noches...".

Las marcas del tridente y del olivo sagrado se conservaron visibles durante siglos

El arte la representa como una mujer noble, esbelta, vestida con una túnica larga, y armada con yelmo, lanza, escudo y una coraza especial, la égida, decorada con la cabeza de la gorgona Medusa, que le había dado Perseo. Su animal favorito es la lechuza; su planta, el olivo. Alta, de rasgos serenos, más majestuosa que bella, Atenea se la describe tradicionalmente como la "diosa de ojos garzos".

Tiene su santuario principal en la Acrópolis de Atenas, donde, en el Erecteion, se veneraba una antigua imagen de madera, y donde se instaló, en el espléndido templo de Atenea Partenos (“Virgen”) llamado Partenón. La enorme estatua de oro y marfil que se hizo de la diosa fue realizada por Fidas. Cada año se celebran en su honor los Juegos Panatenaicos, y cada cuatro había un festival especial durante el cual vestían con un nueva túnica la vieja estatua de madera.

Además de Atenas, contaba con templos en Esparta, Mégara, Argo, etc. En Troya era objeto de un culto especial en forma de un ídolo muy antiguo llamado Paladio, considerado como una garantía de la perennidad de una población.



UN MENSAJE DE ATENEA PARA TODA LA HUMANIDAD
Mortales de la Tierra, desde mi elevada morada os observo, contemplando vuestros logros y vuestros tropiezos. He sido testigo del ingenio que os ha permitido construir ciudades, navegar mares y surcar los cielos. Pero también he visto la oscuridad que anida en vuestros corazones, la codicia que os enfrenta, la violencia que destruye y la ignorancia que os ciega.

Hoy os hablo como diosa de la sabiduría, de la artesanía y de la guerra justa. Cultivad la sabiduría, no solo en los libros, sino en la experiencia y en la reflexión. Aprended de vuestros errores y buscad la verdad con ahínco.

Dominad las artes y las habilidades, no solo para vuestro propio beneficio, sino para el bien común. Construid con vuestras manos un mundo más bello y armonioso.

En la guerra, si es inevitable, luchad con valentía y honor. Que vuestra fuerza no sirva para la opresión, sino para la defensa de los más vulnerables.

Recordad que la verdadera victoria no se mide en campos de batalla, sino en la conquista de la ignorancia y la barbarie. Aspirad a ser mejores personas, más justas, más sabias y más compasivas.

Yo, Atenea, estaré siempre a vuestro lado, guiando vuestros pasos y encendiendo la llama de la sabiduría en vuestros corazones.



REFLEXIONES DE UN SACERDOTE
Hoy reflexionaremos sobre la fascinante leyenda de Atenea, la diosa griega de la sabiduría, la estrategia militar y las artes. También conocida como Minerva en la mitología romana, esta poderosa deidad representa el intelecto, la creatividad y la justicia.
Su nacimiento, al brotar de la cabeza de Zeus, simboliza el poder del conocimiento y la iluminación divina. Atenea/Minerva guía a los mortales con su prudencia y discernimiento, inspirándonos a cultivar la virtud, la erudición y la valentía en nuestras vidas

Atenea, diosa griega de la sabiduría, la artesanía y la guerra justa, nos ofrece una rica alegoría para reflexionar sobre la fe y el camino a la verdad. Su nacimiento mítico, brotando de la cabeza de Zeus, simboliza la revelación divina, la sabiduría que emana de una fuente superior.

Atenea, como diosa guerrera, nos recuerda que la fe no es pasividad, sino una lucha constante contra la ignorancia y la injusticia. Su astucia estratégica nos invita a ser prudentes y reflexivos en nuestras acciones.

Su patronazgo de las artes y la artesanía nos habla del poder transformador del conocimiento y la creatividad. Atenea nos inspira a utilizar nuestros talentos para construir un mundo mejor.

En la figura de Atenea encontramos un llamado a cultivar la sabiduría, la valentía y la justicia, virtudes que nos acercan a Dios y nos permiten vivir una vida plena.

Si bien Atenea pertenece a la mitología griega, su mensaje resuena con valores universales que enriquecen nuestra propia fe.

NOTA: Que su ejemplo nos motive a buscar la sabiduría y a utilizarla en servicio de un mundo más justo y próspero.

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