Genetistas
hablan de cuánto de los rasgos físicos se transmiten de generación en
generación.
¿Tendrá la sonrisa del padre?, ¿La inteligencia de la
madre?, ¿Será pelirrojo como el tío?, ¿Jugará tan bien al fútbol como el
hermano?
Suele pensarse que los rasgos físicos y de la
personalidad se transmiten de forma directa de padres a hijos, pero ¿cuánto de
lo que somos se hereda? A grandes rasgos, las personas tenemos la mitad de los
genes del padre y la otra mitad de la madre. De esta manera, se pueden heredar
desde parecidos físicos hasta enfermedades.
Los genetistas explican que cada una de las personas
lleva en su información genética dos "variantes" para una misma
característica o gen: una heredada del padre y otra, de la madre. Una de esas
variantes se expresa físicamente y la otra queda oculta en los genes. Al tener un hijo, él portará
también dos variantes, la de la madre y la del padre, es decir, que para cada
rasgo físico tendrá cuatro formas posibles. El azar tiene ahí la última
palabra.
Una importante genetista e investigadora explica que hay
algunos rasgos como el color de ojos, de pelo, de piel, la altura y el peso,
entre otros, que dependen de varios genes que trabajan en conjunto y las
combinaciones son aún mayores. "Para sumar complejidad, además son características que también
dependen del medio ambiente en el que se desarrolla el chico", señala.
Entre los factores ambientales figuran nutrición, contacto con el sol,
exposición a situaciones violentas, estimulación intelectual, por ejemplo.
"Es importante recalcar que la mayoría de los rasgos
físicos no dependen de un único gen. Por eso, es difícil predecir la ocurrencia
de un rasgo o de otro". Y
ejemplifica: "La gente suele decir que si los padres tienen ojos claros
los hijos sí o sí van a tener ojos claros, o si hay alguno pelirrojo, lo será.
Lo cierto es que hay una base de realidad, pero no siempre es así. Alguien con
ojos claros puede tener hijos con ojos oscuros y padres que no son pelirrojos,
tener un hijo con ese color de pelo. Porque no dependen exclusivamente
de un gen, entonces, la combinación será específica para ese individuo".
¿Las
enfermedades se heredan?
Los
especialistas explican que, en su gran mayoría, las enfermedades no son ni
puramente genéticas ni puramente ambientales. Existen excepciones. Un genetista
miembro de la Academia Nacional de Medicina, señala: "Hay enfermedades
genéticas en las que hay una mutación en un gen y eso se puede transmitir a un
hijo y generar una enfermedad; otras son puramente ambientales: una infección
viral, por ejemplo".
"También
se cree que hay cuestiones genéticas que modifican las ambientales.
Entonces, hay personas que ante la misma infección viral tiene una mejor
evolución que otra; es decir, ante un mismo medicamento hay gente que tiene
mejor respuesta que otra y eso depende de lo que se llama predisposición
genética".
Diagnóstico
de enfermedades
Los
estudios genéticos que se realizan en embarazadas son específicos y tienen como
intención realizar diagnósticos de enfermedades genéticas definidas. Por
ejemplo, si surge de un estudio que alguien porta genes que predisponen a
desarrollar cáncer -como ocurrió con el caso de la actriz Angelina Jolie,
poseedora del gen "defectuoso" BRCA1, que podría desencadenar en
cáncer de mama- se pueden tomar ciertas precauciones para no llegar a la
enfermedad.
"También
hay genes que establecen que hay más chances de ser obeso, o desarrollar cáncer
de próstata, o de ser miope, o de sufrir un infarto precoz". Con esta información
de predisposición genética se pueden tomar ciertas conductas preventivas.
Para alguien con riesgo cardíaco, por nombrar un caso, se le recomendará evitar
deportes extremos de alto impacto que pueden terminar en muertes súbitas.
Para el síndrome de Down hay un estudio específico que se
realiza antes del nacimiento. "Se determina si tiene o no el Síndrome. Pero luego, hay gente que
pregunta qué grado de síndrome tiene. No hay grados, porque no se pueden
establecer los alcances en el desarrollo de una persona, ya que tendrá mucha
¿Está en los genes la forma de ser?
Cuando hablamos de personalidad, la capacidad
intelectual, la habilidad deportiva o las preferencias por determinados gustos,
la herencia tampoco tiene todas las respuestas.
La genetista explica que "se puede hablar de cierta
predisposición o habilidad para desarrollar ciertos tipos de actividades, pero
necesitan de una estimulación apropiada para que se potencien". La
educación, el entrenamiento, las condiciones de vida, están entre el ambiente.
Hay estudios científicos que intentan demostrar que los
rasgos de carácter se heredan, pero aclara que también es cierto que es muy
difícil hacer trabajos epidemiológicos con certeza acerca de eso. Se explaya:
"si un chico está en la casa escuchando que el padre trata mal a todo el
mundo, que es violento, es poco probable que si su hijo sea así por una
cuestión genética". La especialista se inclina en pensar que existe allí
una identificación con la figura paterna. Lo mismo si ocurre al contrario y sus
padres son dulces y simpáticos: sería muy difícil establecer si el temperamento
alegre de ese hijo no se debe a su ambiente familiar.
Se debe hacer especial hincapié en las condiciones
ambientales. "El ambiente es todo lo que nos rodea, e incide en los genes
y en la conducta de alguien; por sobre todo, las conductas o actitudes de un
chico son poligénicas y además tienen que ver con el modo de ser de sus
padres". En este último terreno no se mete, aclara que es el campo de
estudio de la psicología. "La desnutrición, por ejemplo, es ambiente. Es clave porque actúa en
determinados genes y condiciona el conocimiento".
¿Padres
inteligentes, hijos inteligentes?
Se
tienen algunas pistas respecto de cómo se determina el nivel intelectual de una
persona. El ambiente en el que se desarrolle será clave. Respecto de la
posibilidad de heredar los "genes de la inteligencia" eso no está tan
claro. "Algo del orden del nivel intelectual tiene que ver con lo
genético", pero no menosprecia lo ambiental.
"No es lo mismo un chico con una capacidad
intelectual genéticamente desarrollada que esté en un medio no estimulado, que
un chico que esté estimulado desde pequeño; aunque parta de una capacidad
intelectual menor", compara. En este caso el ambiente sería el estímulo y juegan mucho en
interacción con los genes.
Donantes
por catálogo
Todos
estos factores que interactúan tornan imposible garantizar qué rasgos físicos
tendrá un hijo. Las leyes de la genética permiten hablar de parecidos
con sus progenitores, de probabilidades de tener ciertos rasgos, que dependerán
fuertemente de las condiciones de vida. Pero nunca habrá certezas.
"Los estudios de diagnóstico genético se utilizan
desde hace tiempo y cada vez resultan más accesibles y más requeridos. SIn
embargo, los estudios de predisposición albergan grandes expectativas para el
futuro pero aún tienen poca aplicabilidad en la práctica médica diaria".
Una importante investigadora en el banco de semen
Reprobank, suele enfrentarse a estos pedidos de "hijos a la carta" de
parte de los futuros padres. "Aunque en otros países del mundo existen
catálogos de donantes, con fotos y características de los hombres que entregan
sus muestras, en nuestro país la donación de espermatozoides es confidencial y
no se puede elegir el donante", dice.
Agrega que este desconocimiento del donante suele traer
prejuicios a la hora de solicitar una muestra de semen. "Además del testeo
de enfermedades genéticas e infectológicas, las receptoras solicitan donantes
con un alto parecido físico a sus progenitores y suelen hacer hincapié en
características particulares como el color de ojos, la altura, el tipo de
cabello, o la forma de la nariz", ejemplifica. Cuestiones que como médica
no puede garantizar aunque quisiera.
"Existe un gran desconocimiento sobre bases
biológicas que controlan la herencia y esto puede crear falsas expectativas a
la hora de recurrir a un donante".
NOTA: DEJEMOS A DIOS LAS COSAS DE DIOS
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