La
mente sin control es como un remolino en el que todo gira: miedos, dudas,
sueños, anhelos, culpas, creencias.
Dedícate
a manejar tu mente y podrás manejar tu vida,
observa sin cesar donde se encuentra.
Con
frecuencia la hallarás enfocada en lo negativo
o viajando al ayer con el odio o la culpa y al mañana con el miedo.
En el transcurso del día pregúntate
varias veces: ¿en qué estoy pensando?, y así sabrás dónde está tu mente.
Si
no la controlas ella crea videos horrendos
y es bien amiga de montar penosos dramas.
Elige
ser el dueño de tu mente, alinéala siempre en lo bueno de ti mismo, de los demás y de la vida.
En controlar la mente y pensar lo mejor está la
diferencia entre los que triunfan y los que fracasan.
Condenado a cadena perpetua, Mandela
pensaba en lo mejor, y así pudo soportar 27 años de prisión.
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