LA CRIANZA DEL POTRO ES LA SUMA DE MUCHOS FACTORES
El tamaño del potro la consecuencia de muchos
factores.
“ Del nacimiento a la edad adulta, el crecimiento
del caballo se manifiesta por el aumento de su peso y de sus dimensiones en
función del tiempo “
Al nacer, el
potro puede tener un peso que representa del 8 al 10 % del peso de la yegua);
es decir que el peso del potro al nacimiento puede variar según la raza y la
condición corporal de la yegua.
En caballos de
silla (pura sangre, silla francés, español) podemos hablar de 45
a 55kg de peso al nacimiento y de 65 a 80kg para caballos de
tiro o razas pesadas como belga, percherón etc. Para el caso del caballo
Colombiano en sus diferentes modalidades y teniendo en cuenta las expectativas
de crecimiento mínimas para las diferentes modalidades de trocha, trote, paso
fino y de acuerdo con diferentes fuentes de seguimiento el peso al nacimiento
del caballo criollo colombiano esta alrededor de 50kg lo que corresponde a
valores que están entre el 12 y el 15% del peso de la yegua.
La alzada del
caballo adulto es la consecuencia de un riguroso cuidado durante la crianza, es
además una de las principales preocupaciones del propietario de caballos.
El crecimiento del potro se debe dividir en varias
etapas; y deben tenerse en cuenta otros factores como la raza y su
clasificación de desarrollo, la genética, el manejo sanitario y la nutrición.
Durante el
primer mes, el potro dobla el peso que tenia al nacer esto es evidente en
caballos de silla en donde pueden pasar de 48kg a 95kg según registros, para el
caso del caballo Colombiano el incremento de peso esta alrededor del 30% en
promedio en todas las modalidades, pasando de 50 a 65kg aproximadamente.
En cuanto a las
razas, podemos decir que las razas de caballos que son de tamaño pequeño cuando
son adultos son generalmente precoces en su desarrollo; en este grupo se
encuentra el caballo árabe y probablemente el caballo criollo colombiano, estas
razas se consideran razas de crecimiento rápido y su desarrollo se da hasta los
24 o 28 meses de edad aproximadamente, siendo más lento en los últimos meses.
Por otro lado
están las razas de gran tamaño cuando son adultos, estas razas como la anglo
normando, hannoveriano o los caballos de tiro son de crecimiento lento y
prolongado y este crecimiento se dan normalmente de manera tardía. En estas
razas se alcanza un mayor desarrollo entre los 24 y 48 meses de edad.
Los dos tipos de
razas tienen un parámetro similar en la lactancia, durante la lactancia y hasta
los 6 a 7 meses edad en la que se recomienda el destete el potro
puede alcanzar el 45% del peso que va a tener cuando culmine el proceso de
desarrollo en el caso de las razas de crecimiento rápido, y cercad el 88% de la
altura final a la cruz. La velocidad de crecimiento depende, no solamente del
potencial genético, sino también de la producción de leche de la yegua hasta
los tres meses en donde se puede iniciar la suplementación adicional de la
dieta y realizar un destete precoz dependiendo de la condición corporal de la
yegua y si esta se encuentra nuevamente servida.
CRECIMIENTO VS DESARROLLO
Durante el primer año de vida, el desarrollo del
esqueleto es prioritario. Después de los 18 meses el alargamiento de los huesos
disminuye y empieza su consolidación. Lo último en desarrollarse son las
apófisis vertebrales con las que se conforma la cruz, el punto guía para tomar
la alzada del caballo.
Al mismo tiempo
se inicia el desarrollo del tejido muscular, la masa muscular acelera su
desarrollo a partir del año, uno de los inconvenientes en las razas de
crecimiento rápido es que el tejido adiposo (depósitos de grasa) se desarrolla
también muy rápidamente lo que puede tener repercusiones en el desarrollo y el
tamaño final del potro.
Correlación
entre las edades del potro y la edad del humano
Humano POTRO
6 años Lactante
12 años 12 meses
18 años 24 meses
20-22 años 36 años
La ración del
potro en cualquiera de sus etapas debe hacerse entonces teniendo en cuenta
factores como: raza, la yegua y su suplementación teniendo en cuenta la edad,
la condición corporal de la misma y el estado fisiológico en el que se encuentra,
el aporte de forraje y su calidad, y los requerimientos de materia seca del
potro. La sub-alimentación y la sobre-alimentación del potro tienen efectos
negativos en el desarrollo del mismo.
Las deficiencias en la alimentación son más
criticas en la etapa de lactancia y destete (entre el nacimiento hasta los 12
meses); por la presentación de raquitismo, osteomalacia, o de simplemente una
disminución en la tasa de crecimiento que repercute en el tamaño del caballo
adulto y que es prácticamente imposible recuperar en una etapa posterior.
En caso de que
la deficiencia en la alimentación sea pasajera, se produce una recuperación
integral de la condición corporal y en algunos casos de la alzada por el efecto
de “ganancia compensatoria”, esta ganancia compensatoria es positiva de acuerdo
con nuestras observaciones en campo en potros que no pasen de los 18
a 20 meses para el caso de potros de razas de crecimiento rápido y de 28
meses para el caso de potros de desarrollo lento.
La
sobrealimentación es inútil y en algunos casos peligrosa. Sobre dosificar la
alimentación no va agilizar le desarrollo de los tejidos magros y si tiene una
tendencia a favorecer el aumento del tejido graso, esto produce sobrepeso. El
sobrepeso produce un desequilibrio hormonal, hiperinsulinismo, hipotiroidismo e
hiposomatotropismo, comprometiendo así el crecimiento y la mineralización ósea;
dicho de otra forma un potro con sobrepeso no es saludable y su crecimiento no
va a ser óptimo. Sobrealimentar no garantiza la alzada de un potro.
En el caso de
potros de razas de crecimiento lento y gran tamaño la sobrealimentación
proporciona el riesgo de sufrir de enfermedades propias del desarrollo que de
una u otra forma comprometen el desempeño atlético del caballo adulto.
En conclusión la alimentación de la yegua de cría y
la buena alimentación del potro en su etapa inicial de manera secuencial y
constante de acuerdo con los requerimientos de la fase en que se encuentra, son
factores importantes en el desempeño del caballo adulto. Un equilibrio constante
entre vitaminas, minerales y energía son necesarias para mantener un desarrollo
estable. No es posible variar la información genetica de los potros en cuanto a
alzada y temperamento, pero si se puede lograr que expresen al máximo su
potencial.
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