Investigadores
afirman que los ataques de ira podrían aumentar probabilidades de sufrir un
ataque cardiaco o accidente cerebrovascular.
Momentos
en los que pierde la cabeza, el control, en donde quiere acabar con todo,
pueden generarle serios problemas de salud. Investigadores afirman que los
ataques de ira podrían aumentar las probabilidades de sufrir un ataque cardiaco
o accidente cerebrovascular. Una situación que se explica porque el enojo
está asociado con un aumento en la respuesta del sistema nervioso del cuerpo
ante el estrés, produciendo al tiempo un aumento de la frecuencia cardiaca y
presión arterial.
Según los investigadores, tras un momento de ira una persona tiene un riesgo cinco
veces más alto de sufrir de ataques cardiacos y cuatro veces más alto un riesgo
de accidente cerebrovascular. Es de aclarar que este riesgo está ligado
a la frecuencia del ataque de ira y problemas cardiacos previos.
Si es de los que se enoja a menudo, por lo menos cinco
veces al día, esto lo llevaría aproximadamente a 158 ataques cardiacos
adicionales por cada 10.000 personas al año, y a 657 ataques cardiacos si tiene
a su vez riesgo de problemas cardiacos.
Finalmente,
el estudio dice que no necesariamente el enojo provoque ataques, solo que hay
una asociación entre ellos. Por eso lo mejor es relajarse, contar hasta tres y
respirar.
Que la ira no afecte su corazón.
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