¿Qué tiene que pasar para que me veas como yo te veo? He librado batallas, he soñado con estrellas cayendo del cielo solo
para convencerte de que mi corazón es tuyo, aunque no esté lleno de joyas o
riquezas. Porque todo lo que puedo
ofrecerte es algo mucho más valioso: un amor que es sincero, que sigue buscando
entre las sombras de este anochecer que parece eterno.
Dicen que los hombres no lloran, pero he tenido que
volver a mi niñez, a ese lugar donde las lágrimas son inevitables cuando amas
tanto, y duele aún más cuando no lo ves correspondido. He pintado a mi princesa en un cuadro
imaginario, susurrando en el silencio lo que mi corazón grita: te necesito a mi lado.
He naufragado en el desierto del deseo, caminando en
madrugadas sin fin, buscando ese destino que parece no querer cambiar. Pero sigo aquí, sin dejar de
intentarlo, porque creo en los milagros. No me canso de buscarte, no me importa el riesgo, porque
sé que al final de esta aventura, si logro conquistarte, todo este viaje habrá
valido la pena.
Eres la princesa de mis sueños encantados, y por ti he
librado tantas guerras.
Mis alas en el viento solo
necesitan de tus besos para volar, porque, aunque no puedo solo, contigo lo
puedo todo.
La búsqueda eterna de nuestra princesa, de nuestra
alma gemela, es un viaje que no nos cansamos de emprender. "Sigo caminando
en el desierto del deseo", porque sabemos que en algún lugar, ella nos
espera.
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