Una
maravillosa elección es lograr que tu autoestima no dependa de la aprobación de
los demás.
Ámate
y no estés a merced de una valoración externa,
sino de lo que eres y lo que puedes.
La
autoestima de muchos es frágil porque la sustentan en los juicios de
los otros.
Cuenta tus bendiciones, trabaja con tus dones,
reconoce tus vacíos y esmérate en mejorar cada día.
Huye
de dos pestes: el perfeccionismo y del conformismo.
Sé realista, pero no dejes de soñar.
Eso sí, da la vida por tus sueños y no te rindas cuando
surjan los obstáculos, antes bien saca a relucir tu entereza.
Los
campeones se crecen cuando hay barreras, aprenden de los errores y
ven el fracaso como un
aprendizaje.
Sé
como el marino experimentado que soporta la tormenta
y sigue confiado hacia el puerto que lo espera.
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