¿CÓMO PODEMOS TOMAR DECISIONES ÉTICAS EN SITUACIONES COMPLEJAS DESDE DIFERENTES PERSPECTIVAS?

 

REFLEXIONES DE UN PSICOLOGO
En el ámbito de la psicología, la toma de decisiones éticas en situaciones complejas es un tema de gran relevancia. Como profesionales de la salud mental, nos enfrentamos a diario a dilemas que exigen un análisis profundo y un juicio ponderado.
 
Para afrontar estos desafíos, es fundamental contar con un sólido marco ético que guíe nuestras acciones. El Código Deontológico del Psicólogo nos proporciona principios y valores fundamentales que orientan nuestra conducta profesional.
 
Sin embargo, en la práctica, las situaciones complejas suelen presentar múltiples aristas y no siempre existe una respuesta única y evidente. En estos casos, resulta crucial adoptar un enfoque reflexivo y sistemático que nos permita evaluar cuidadosamente las diferentes opciones disponibles.
 
Un modelo útil para la toma de decisiones éticas en psicología es el propuesto por Corey, Corey y Gates (2006). Este modelo plantea seis pasos:
·         Identificar el problema ético.
·         Analizar los hechos relevantes.
·         Considerar los principios éticos aplicables.
·         Generar opciones de solución.
·         Evaluar las consecuencias de cada opción.
·         Tomar una decisión.
Es importante recordar que la toma de decisiones éticas es un proceso dinámico y continuo. A medida que avanzamos en la evaluación de la situación, podemos necesitar reevaluar nuestras opciones y reconsiderar nuestros principios.
 
En definitiva, la toma de decisiones éticas en situaciones complejas es una tarea desafiante que requiere compromiso, reflexión y madurez profesional. Sin embargo, al contar con las herramientas y el marco ético adecuados, podemos afrontar estos dilemas con confianza y tomar decisiones que beneficien tanto a nuestros clientes como a la profesión en su conjunto.
 
Un ejemplo concreto: Confidencialidad versus deber de advertir
Un paciente confiesa en terapia que planea hacer daño a otra persona. Como psicólogo, estoy comprometido a mantener la confidencialidad, pero también tengo un deber ético de proteger a otros del peligro inminente. En esta situación, evaluaré la gravedad y la inmediatez de la amenaza. Consultaré con colegas y revisaré las leyes y directrices profesionales. Si la amenaza es seria, informaré a las autoridades competentes para prevenir el daño, mientras intento seguir ofreciendo apoyo al paciente. Así, equilibro la confidencialidad con la responsabilidad de proteger la vida.
 
REFLEXIONES DE UN ABOGADO
En el ámbito legal, la toma de decisiones éticas es fundamental para garantizar la justicia y el Estado de Derecho. Los abogados, como profesionales del derecho, se enfrentan a diario a dilemas morales que exigen un análisis profundo y un juicio ponderado.
 
Para afrontar estos desafíos, es fundamental contar con un sólido código de ética profesional, como el Código de Ética Profesional del Abogado. Este código establece principios y valores que guían la conducta profesional de los abogados, promoviendo la honestidad, la integridad, la justicia y la defensa de los derechos de los clientes.
 
Sin embargo, en la práctica, las situaciones complejas suelen presentar múltiples aristas y no siempre existe una respuesta única y evidente. En estos casos, resulta crucial adoptar un enfoque reflexivo y sistemático que nos permita evaluar cuidadosamente las diferentes opciones disponibles.
 
Un modelo útil para la toma de decisiones éticas en el ámbito legal es el propuesto por el Comité de Ética Judicial de la Corte Suprema de Justicia. Este modelo plantea cuatro pasos:
·         Identificar el problema ético.
·         Analizar los hechos relevantes.
·         Considerar las normas éticas aplicables.
·         Tomar una decisión.
Es importante recordar que la toma de decisiones éticas es un proceso dinámico y continuo. A medida que avanzamos en la evaluación de la situación, podemos necesitar reevaluar nuestras opciones y reconsiderar las normas éticas aplicables.
 
En definitiva, la toma de decisiones éticas en situaciones complejas es una tarea desafiante que requiere compromiso, reflexión y madurez profesional. Sin embargo, al contar con las herramientas y el marco ético adecuados, podemos afrontar estos dilemas con confianza y tomar decisiones que beneficien tanto a nuestros clientes como a la profesión en su conjunto.
 
Un ejemplo concreto: Defensa de un cliente culpable
Un cliente me confiesa que ha cometido un delito, pero desea que lo defienda en un juicio. Como abogado, tengo la obligación de proporcionar la mejor defensa posible. Sin embargo, no puedo presentar pruebas falsas ni engañar al tribunal. En esta situación, evaluaré cómo defender los derechos del cliente sin violar la ética profesional. Optaré por centrarme en cuestionar la validez de las pruebas presentadas por la fiscalía, buscando cualquier violación de los derechos del cliente, sin recurrir a tácticas deshonestas. De este modo, cumplo con mis deberes legales y éticos, respetando tanto la justicia como la lealtad al cliente.
 
 
 
REFLEXIONES DE UN SACERDOTE
En el camino de la vida, nos encontramos con encrucijadas donde discernir el bien del mal se vuelve un desafío. Como creyentes, buscamos la guía de Dios para tomar decisiones éticas, especialmente en situaciones complejas.
 
En primer lugar, debemos orar fervientemente, buscando la sabiduría y discernimiento del Espíritu Santo. La oración nos conecta con Dios, permitiéndonos escuchar su voz y recibir la fuerza para actuar con rectitud.
 
En segundo lugar, recurrimos a las Sagradas Escrituras, buscando en ellas la luz que ilumine nuestro camino. La Biblia nos ofrece ejemplos de cómo personas justas enfrentaron dilemas morales y cómo Dios los guió hacia la decisión correcta.
 
En tercer lugar, acudimos a la Iglesia, buscando el consejo de nuestros pastores y la sabiduría de la comunidad. La Iglesia, como madre espiritual, nos ofrece enseñanza y apoyo para navegar por las complejidades de la vida moral.
 
Finalmente, actuamos con conciencia tranquila, siguiendo los dictados de nuestra fe y buscando siempre el bien común. Recordemos que la decisión ética no siempre es la más fácil, pero es la que nos acerca a Dios y nos lleva por el camino de la justicia y la santidad.
 
En medio de la incertidumbre, confiemos en Dios, quien siempre nos dará la fuerza y la sabiduría para tomar decisiones éticas que honren su nombre y beneficien a nuestros hermanos.
 
Debemos actuar con valentía y confianza, sabiendo que Dios está con nosotros. Que la sabiduría y la fortaleza de Dios nos acompañen en nuestras decisiones éticas.
 
Un ejemplo concreto: Decisión sobre mantener el secreto de confesión
En el sacramento de la confesión, un penitente revela que ha cometido un delito grave. Como sacerdote, estoy obligado por el sigilo sacramental a no revelar lo confesado. En esta situación, debo tomar una decisión ética: proteger el secreto de confesión o informar a las autoridades para prevenir más daños. La Iglesia enseña que el sigilo sacramental es inviolable, así que busco guiar al penitente hacia la justicia, animándole a entregarse y reparar el daño hecho. Así, cumplo con mis deberes espirituales sin traicionar la confianza depositada en el sacramento.
 
NOTA: ANTES DE DECIDIR DEBES CONSULTAR CON EXPERTOS