Como psicólogo experto, he tenido la oportunidad de estudiar y trabajar con personas de todas las edades y backgrounds. A lo largo de mi carrera, he observado que la vida humana es un misterio que nos rodea y nos sorprende constantemente. La incertidumbre y la impredecibilidad son características inherentes al devenir humano, y es precisamente en este contexto que podemos encontrar una fuente de fortaleza y crecimiento.
La vida es un viaje lleno de giros y vueltas inesperados. A menudo, nos encontramos con situaciones que nos desafían y nos obligan a adaptarnos a nuevas circunstancias. Sin embargo, es precisamente en estos momentos de incertidumbre que podemos descubrir nuestra capacidad para crecer y evolucionar.
La impredecibilidad del devenir humano nos recuerda que no podemos controlar todo lo que sucede en nuestra vida. A veces, las cosas no salen como esperamos, y debemos aprender a adaptarnos a los cambios y a las sorpresas. Pero es precisamente en este proceso de adaptación que podemos descubrir nuestra capacidad para ser flexibles, resistentes y creativos.
La confianza en lo impredecible del devenir humano nos permite dejar ir nuestros planes y expectativas, y nos permite abrazar el presente con una actitud abierta y receptiva. Al aceptar la incertidumbre, podemos descubrir nuevas oportunidades y experiencias que nos permiten crecer y evolucionar como seres humanos.
En resumen, como psicólogo experto, he aprendido que la impredecibilidad del devenir humano es una característica inherente y fundamental de la vida humana. Al confiar en este proceso, podemos descubrir nuestra capacidad para crecer, adaptarnos y evolucionar, y podemos encontrar una fuente de fortaleza y crecimiento en la incertidumbre y la sorpresa.
REFLEXIONES DE UN SACERDOTE
La gente tiene sus planes
pero Dios sigue otro guión.
Cuando se ven realidades
terriblemente oscuras, en ellas se están gestando cosas maravillosas.
No hay pueblos condenados, los pueblos pueden salir adelante; en tiempos largos, pero salen
adelante.
Los pueblos pueden
reconstruir su historia y viven procesos absolutamente milagrosos.
Entre muchos otros, Alemania es un ejemplo de eso y también lo es el
Japón, arruinado al fin de la Segunda Guerra Mundial.
Hay que creer y perseverar
porque la historia de cada ser y del universo avanza gracias a la dialéctica
entre la luz y la sombra.
Nunca estamos condenados sin remedio y de grandes males brotan inmensos bienes como la paz.
Cuando todo se confabula contra ti, necesitas calmarte, estar más con Dios, buscar
ayuda y apelar a lo mejor de tu ser.
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