Estado de ánimo de la
persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por
disfrutar de algo bueno.
Esta es la definición
de felicidad que se halla en un diccionario y se le puede hacer un
cambio para mejorarla.
Y es que la
felicidad no está ligada a lo que se desea sin más, ya que un sádico
puede sentirse pleno haciendo daño.
Hay un proverbio oriental que dice “Da gracias si logras lo que deseas y da gracias si no lo
alcanzas”.
Todo depende de qué es lo que deseas y, por eso, Buda enseñó que muchos deseos solo generan
sufrimiento.
Según otra definición la
felicidad nace de lograr metas, pero no siempre es así y ella tampoco es lo mismo que la
alegría o la sensación de placer.
Estas no son tan profundas ni estables como puede serlo la auténtica felicidad si te
dedicas a cultivarla.
No cabe duda de que si logras tener paz interior por ser consciente y amoroso
descubres ese tesoro llamado felicidad.
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