Te guste o no,
sencillamente la naturaleza humana no es socialmente correcta en su actuar”.
Eso escribió el psicólogo Alan S. Miller al repasar ciertas realidades oscuras y perversas de los
seres humanos.
Por ejemplo, casi nadie se reconoce racista, aunque sea evidente que el
racismo sigue existiendo.
Hay una contradicción entre
lo que queremos ver y lo que percibimos, entre lo que pensamos y lo que hacemos.
Según Miller es porque nuestros pensamientos, sentimientos y comportamientos no son solo
nuestros.
Son el fruto de la educación y las experiencias, pero también de lo que heredamos
de los ancestros desde hace miles de años.
Por esto mismo nuestros pensamientos, sentimientos y conductas son, en gran medida, universales.
A veces actuamos como seres
evolucionados y en otras como si aún estuviéramos en las cavernas.
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