El
asunto es que malgastamos nuestro valioso tiempo en hablar mucho y decir poco,
por esta razón, Debemos aprender primero a CALLAR para poder HABLAR.
- HABLAR es fácil pero CALLAR
requiere prudencia y dominio
- HABLAR oportunamente, es
acierto.
- HABLAR
frente al enemigo, es civismo.
- HABLAR ante la injusticia,
es valentía.
- HABLAR para rectificar, es
un deber.
- HABLAR para
defender, es compasión.
- HABLAR ante
un dolor, es consolar.
- HABLAR para ayudar a otros,
es caridad.
- HABLAR con sinceridad, es
rectitud.
- HABLAR de sí
mismo, es vanidad.
- HABLAR
restituyéndote fama, es honradez.
- HABLAR
disipando falsos, es conciencia.
- HABLAR de
defectos, es lastimar.
- HABLAR debiendo callar, es
necedad.
- HABLAR por hablar, es
tontería.
- CALLAR
cuando acusan, es heroísmo.
- CALLAR cuando insultan, es
amor.
- CALLAR las
propias penas, es sacrificio.
- CALLAR de sí mismo, es
humildad.
- CALLAR
miserias humanas, es caridad.
- CALLAR a tiempo, es
prudencia.
- CALLAR en el
dolor, es penitencia.
- CALLAR palabras
inútiles, es virtud.
- CALLAR
cuando te hieren, es santidad.
- CALLAR para defender, es
nobleza.
- CALLAR defectos ajenos, es
benevolencia.
- CALLAR debiendo hablar, es
cobardía.
Debemos aprender primero a CALLAR para poder
HABLAR luego, pero siempre con acierto y tino, porque si HABLAR
es plata, CALLAR es oro.
Recuerda siempre: Que tus palabras
sean más importantes que el Silencio que rompes.
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