Había un niño que tenía muy mal carácter, un día su
padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma
debería clavar un clavo en la cerca de atras de la casa.
El primer día el niño clavó 37 clavos en la
cerca...pero poco a poco fue calmándose porque descubrió que era mucho más
fácil controlar su carácter que clavar los clavos en la cerca.
Finalmente llegó
el día cuando el muchacho no perdió la calma para nada y se lo dijo a su padre
y entonces el papá sugirió que por cada día que controlara su carácter debería
sacar un clavo de la cerca.
Los días pasaron
y el joven pudo finalmente decirle a su padre que ya había sacado todos los
clavos de la cerca... entonces el papá llevó de la mano a su hijo a la cerca de
atras...
Mira hijo has hecho bien... pero fíjate en todos
los agujeros que quedaron en la cerca... ya la cerca nunca será la misma de
antes...
Cuando dices o
haces cosas con coraje dejas una cicatriz como este agujero en la cerca...
Es como meterle
un cuchillo a alguien aunque lo vuelvas a sacar la herida ya quedó hecha... no
importa cuantas veces pidas disculpas la herida está ahí.
Una herida
fisica es igual de grave que una herida verbal...
Los amigos son
verdaderas joyas a quienes hay que valorar...
Ellos te sonríen y te animan a mejorar...te
escuchan comparten una palabra de aliento y siempre tienen su carazón abierto
para recibirte...
Demuestrales a tus amigos cuento los quiere.
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