Aunque
te hablen de técnicas, posturas o rituales raros, solo necesitas dos cosas para
sintonizar con los ángeles: vibrar en el amor y abrirles las puertas con tu
libertad.
Simplemente entra a un estado de consciencia en el que
trasciendes, los invocas, y tu razón no se empecina en pensar más de la cuenta.
Una
buena plegaria es: Dios Padre Madre, te amo y te doy gracias porque me envías
siempre los ángeles que yo necesito.
De todos modos no te salgas de la realidad ni esperes que
los ángeles te estén diciendo todo lo que pretendes.
Ábrete a su influjo y se comunicarán con mensajes
telepáticos, corazonadas, intuiciones, sueños, imágenes, palabras o
sensaciones.
Al inicio crees que te estás inventando el mensaje.
Confía y podrás comprobar que no es así, y tu vida comenzará a llenarse de
supuestas coincidencias.
Saca
tiempo para relajarte y medita, ve a tu esencia espiritual y se conectarán con
tu Yo Superior, con tu energía divina, y volarás alto como las águilas.
En el libro “El sendero del espíritu” hallas más luz y
guía sobre esto y ayudas para ser más espiritual y, por lo mismo, más feliz.
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