Cuenta la fábula que hace
muchos, muchos años, un mago le quitó todas las manchas a un tigre.
La primera vez que éste vio su reflejo en un manso río se asustó y miró
acomplejado a todos los de la manada.
Estos también lo observaban
y comenzaron a burlarse de él y a alejarse de su lado.
El tigre se sintió muy mal
y creyó que ya no tenía fuerzas ni ánimo para seguir adelante.
Es más, cuando llegaron dos búfalos a beber al río, se escondió y, a
pesar de tener hambre, tuvo miedo de enfrentarlos.
Entonces el mago tomó la figura de un leopardo, se le acercó y le dijo: ¿Acaso vales por tu apariencia?
Tu poderío no está en tu figura ni en lo externo, ven vamos a cazar y te
lo demostraré.
Así lo hicieron y el tigre
recuperó su energía. Es más, las tigresas lo empezaron a cortejar porque era
diferente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios