Día a día la linaza cobra cada
vez mayor notoriedad y este reconocimiento se lo debe a sus componentes que
tienen grandes beneficios para nuestro organismo, los cuales están relacionados
con la prevención de enfermedades no transmisibles.
Desde tiempos inmemoriales ha sido utilizada por varias civilizaciones,
aunque de forma reciente comenzó a ser muy conocida en especial por la
producción de aceite; sin embargo, hace algunos años ha alcanzado un particular interés por consumir la
semilla molida e incorporarla a la dieta diaria.
Y esto se debe a información que surge de forma constante que da cuenta
de los aportes que le brinda a nuestro organismo como son: proteínas, lípidos,
hidratos de carbono; minerales como el potasio, fósforo, hierro, zinc y
magnesio además de vitaminas del grupo B lo que lo hace un alimento muy
importante.
Es por eso que ha ganado tanta
popularidad y se recomienda ampliamente en temas nutricionales porque a pesar
de ser una semilla pequeña se ha demostrado que tiene estos compuestos
nutricionales además del omega 3, que según la Organización Mundial de la Salud
es necesario para alcanzar una buena salud así como un desarrollo adecuado.
De acuerdo con una investigación del Instituto de Ciencia y Tecnología
de Alimentos de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Chile
llamado “La Linaza como
fuente de compuestos bioactivos para la elaboración de alimentos”, se menciona
que los compuestos de la linaza proporcionan beneficios para reducir el riesgo
de diabetes, lupus, nefritis, ateroesclerosis y los cáncer dependientes de
hormonas.
Además, se menciona también que la linaza permite reducir el nivel de
colesterol y bajar la presión arterial haciéndola una excelente opción para controlar
enfermedades cardiovasculares.
Actualmente, en el mercado existen diversas formas de conseguirla como
puede ser en aceite, pastillas, la semilla entera y molida siendo esta última
la que se considera una mejor opción nutritiva.
Puede ser agregada en una gran variedad de platillos a nuestro plan
alimenticio, por ejemplo a las ensaladas, agregarla a los jugos y también como
parte de los ingredientes en la repostería como puede ser en la elaboración de
panes o galletas y que son fuente importante de carbohidratos.
También puede ser el complemento
ideal para acompañar carnes empanizadas, combinarla con yogurt ya sea para el
desayuno o como aderezo para la comida o la cena.
Si te dispones a incluirla a tu
dieta de cualquier de estas formas, no olvides consultarlo previamente con un
especialista de la salud pero no dudes en llevarlo a cabo, al final tu
organismo será el gran beneficiado.
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