El
sollozo como respuesta al dolor o a un choque emocional continúa intrigando a
los científicos.
Puede
ser en respuesta a un dolor extremo, a un choque emocional o a una escena
emotiva de una película.
¿Cuántas veces nos sorprendemos a nosotros mismos
sollozando cuando miramos una película, aunque sea de personajes animados como
Dumbo o Buscando a Nemo?
Llorar
es algo tan común que rara vez nos planteamos cuáles son las razones
científicas que lo explican o qué efectos tiene esto en la salud.
Y
los humanos son los únicos seres vivientes que lloran en respuesta a las
emociones o al dolor.
Por qué se produce esto es una de las preguntas que aún
se hacen los científicos.
Pero
sí sabemos que hay tres diferentes tipos de lágrimas.
Y cada uno cumple una función diferente.
Basales,
reflejas y psíquicas
"La primera es la lágrima basal, y su función es
esencialmente mantener
lubricado y libre de polvo al ojo", dice el doctor Nick Knight, del
West Middlesex hospital del Reino Unido.
"El
segundo tipo es la refleja. Si, por ejemplo, algo te irrita, como cuando
cortas una cebolla o si el ojo entra en contacto con gases lacrimógenos".
Las
lágrimas reflejas protegen al ojo de objetos extraños.
"Este es el tipo de lágrimas que vas a producir, y
el objetivo es limpiar al ojo de partículas extrañas o sustancias
irritantes".
El
tercer tipo, según el doctor Knight, "es la lágrima producto del
sollozo, que es resultado de un amplio espectro de emociones, y es la más importante".
"Puedes llorar por un dolor intenso, por tristeza,
felicidad... Se le llama
lágrima psíquica y es la que genera más interés entre los científicos".
Sin embargo, la lágrima psíquica continúa siendo un
misterio, según el investigador de la unidad de ciencia Adam Rutherford.
"Es
un tema que no ha sido muy investigado. No se sabe por qué lloramos en
respuesta al dolor físico o a un trauma emocional o incluso en momentos de
felicidad. Pero ya que somos seres sociales, puede ser una forma de
manifestarle a los demás nuestro estado mental y buscar consuelo".
Charles
Darwin sostenía que las lágrimas psíquicas o las que responden a la emoción, no
tienen ningún propósito.
Para él, las lágrimas en general tenían un sólo
propósito: proteger el ojo.
Hay tres tipos de lágrimas, un tipo para lubricar el ojo,
otro para proteger de irritantes y un tercer tipo que responde a las emociones.
Sin embargo, Claudia Hammond señala que hoy en día los psicólogos piensan que
las lágrimas psíquicas sí tienen un propósito, aunque hay un debate en
relación a cuál exactamente es.
"Muchos
psicólogos piensan que es una forma de comunicación y que si lloras, usualmente
la gente simpatiza contigo, o si te están maltratando, llorar les hace
saber que están yendo demasiado lejos", explica Hammond, de la Unidad de
Ciencia.
Y
hay evidencias de que dar una buena llorada tiene efectos positivos en la salud
mental.
El psicólogo holandés Ad Vingerhoets, de la universidad
de Tilburg, en Holanda, le pidió a un grupo de voluntarios que llenaran formularios
explicando cómo se sentían antes de mirar dos películas muy emotivas.
Posteriormente llenaron el mismo formulario inmediatamente después de mirar el
filme, 20 minutos después y dos horas después.
Los
resultados fueron muy claros. Quienes no lloraron, no reportaron ningún
cambio en su estado psíquico. Los que sí, señalaron que su estado de ánimo había mejorado
significativamente.
Llorar es la principal forma de comunicación de un bebé.
En
otras palabras, llorar había tenido un efecto catártico. Ese es otro
ejemplo de cómo la gente se siente mejor después de una buena llorada.
Los
estudios señalan que sollozar tiene efectos inmediatos en el cuerpo. "Todo
nuestro cuerpo siente el efecto, los latidos del corazón se aceleran, las venas
y arterias se dilatan, el cuerpo suda más y el ritmo respiratorio se
desacelera", señala Adam Rutherford.
Todo esto ocurre porque el sistema nervioso simpático, el mismo que nos prepara para la
acción o que responde ante una amenaza, se activa en respuesta al estímulo.
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