La
epilepsia sigue estando rodeada de mitos, los cuales impiden un diagnóstico
oportuno que redundaría en una mejor calidad de vida para quienes se enfrentan
a ese mal.
A lo largo del tiempo la epilepsia ha tenido conceptos
distintos que se han modificado conforme se le estudia más. A pesar de que 2 de
cada cien mexicanos viven con esta condición, aún existen un sinfín de
prejuicios a su alrededor.
“La discriminación y la estigmatización social que rodean
la epilepsia son a menudo más difíciles de vencer que las propias convulsiones.
La estigmatización hace que los afectados no busquen tratamiento para evitar
que se les identifique con la enfermedad” se destaca en la Organización Mundial
de la Salud. (OMS).
La
epilepsia es un trastorno neurológico crónico desencadenado por una aparición
eléctrica anormal en la corteza cerebral que provoca diferentes reacciones,
siendo las más conocidas las convulsiones violentas y la pérdida del
conocimiento.
Pero no toda la epilepsia va acompañada de sacudidas
violentas, pues los síntomas específicos dependen de qué parte del cerebro está
comprometida.
“Hay
crisis convulsivas y no convulsivas; en las primeras hay ataques, espuma
en la boca o vómito y movimientos oculares rápidos, mientras que en las
segundas el enfermo no se cae ni se sacude, más bien se desconecta (crisis
parciales o focales) o presenta una crisis de ausencia” explica a Selecciones
la doctora Iris Martínez, neuróloga y neurofisióloga con subespecialidad en
epileptología.
Aunque la epilepsia afecta a personas de todas las
edades, su aparición es más común en los extremos de la vida: a los 6 o 7 años
de edad y después de la sexta década.
En
el mundo existen unos 50 millones de personas con este padecimiento, que es la
causa neurológica de defunción más común.
Aunque algunas epilepsias son curadas, la mayoría de
ellas sólo se controla. Entre el 60 y el 70 por ciento de las personas pueden
ahuyentar las crisis epilépticas con fármacos y llevar una vida normal.
La
mitad de la población del mundo toma diariamente algún medicamento, así que las
personas con epilepsia no deben agobiarse por el uso cotidiano de fármacos,
explica la especialista del Centro Aura, el primer centro integral
especializado en epilepsia de México.
Lo
importante es el diagnóstico oportuno para que el tratamiento no se retrase,
de ahí la importancia de acudir a un especialista si se presentan convulsiones,
alucinaciones, acciones repetitivas, desconexión, amnesia o problemas de
atención en los niños, pues podrían tratarse de una crisis de ausencia.
Mitos
Introducir
un objeto en la boca del paciente cuando está en crisis epiléptica
Lo mejor es colocar el cuerpo del paciente de lado para
no provocar que se atragante con el objeto.
Todos
los pacientes sienten que se acerca una crisis
Solo algunos pacientes llegan a tener esta sensación
llamada aura, lo que les permite tomar precauciones.
Causa
retraso mental
Algunas personas con retraso mental o alguna lesión
cerebral tienden a ser más propensas a la epilepsia, pero la enfermedad no es
la causa de su retraso o padecimiento.
Se
hereda
Las probabilidades de que un hijo la herede son muy
bajas, además de que no todos los tipos de epilepsia son hereditarios.
Cambia
la apariencia física del paciente
Durante las crisis epilépticas se contraen los músculos,
pero vuelven a su normalidad terminando el episodio.
Las
pacientes con epilepsia no pueden dar leche materna a sus hijos
Esto es un mito, ya que los nutrientes que les transmiten
a sus hijos son los mismos que una persona que no manifiesta la enfermedad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios