Una
teoría no comprobada científicamente dice que lo que la mamá come antes de
quedar embaraza influye en el sexo del bebé.
“En la mayoría de los casos, las mujeres que sólo tienen
niñas o sólo niños es porque siguen hábitos alimentarios espontáneos,
diferentes”, afirma el doctor.
¿Cómo
influye la comida en el sexo del bebé?
Sabemos que el sexo del bebé está determinado por el
cromosoma sexual y que es el espermatozoide el que lo aporta. El hombre tiene
millones de espermatozoides, pero sólo uno fecunda al óvulo. Una mitad de ellos
lleva el cromosoma X, la otra, el Y. Si el espermatozoide que fecunda es X, tendremos una niña, si es Y, un
niño.
La dieta interviene justamente aquí, porque bajo su
influencia dejaremos pasar solamente los espermatozoides Y, en el caso de la
dieta “masculina”, o los espermatozoides X, en el caso de la dieta “femenina”. La dieta funciona de acuerdo al
equilibrio mineral. No es la dieta lo que importa, sino las sales minerales que
se aportan.
Lo que tiene lugar es la llamada “fecundación
preferencial”, porque el óvulo es una célula como cualquier otra y tiene una
membrana.
Y es en la superficie de esta membrana que se encuentran
los receptores, los lugares donde se fijan los espermatozoides. Al modificar el
equilibrio mineral, los receptores del cromosoma X, en la dieta “masculina”,
quedan inhibidos. Sólo dejaremos atravesar la membrana a los espermatozoides Y.
¿Y
qué es lo que hay que comer específicamente para poner a la suerte de nuestro
lado?
En
la dieta “masculina” debemos aumentar los aportes de sodio y potasio y reducir
los de calcio y magnesio. De manera que habrá alimentos autorizados y
prohibidos. La dieta deberá seguirse al menos dos meses y medio antes de la
concepción. Después, una vez que se haya concebido, se debe comer
normalmente. Si se quiere un niño habrá que reducir la leche y los productos
lácteos y tomar solamente la cantidad necesaria para cubrir los aportes diarios
recomendados. Por el contrario, se comerán más alimentos ricos en potasio, por
ejemplo, los zumos de fruta. Las frutas, de hecho, contienen mucho potasio. En la dieta “masculina” se le
pedirá a las mamás que tomen a diario al menos dos piezas de fruta y medio
litro de zumo.
¿Y
la dieta “niña”?
La dieta
“niña” será prácticamente al revés, ya que aumentaremos los aportes de calcio y
magnesio. Así, se incrementará el consumo de lácteos: la mamá deberá
tomar diariamente al menos medio litro de leche y dos yogures. Y a la inversa:
ya que deben controlarse los aportes de potasio, se le prohibirán los zumos de
fruta.
Pero
la mamá que siga la dieta “niña”, ¿podrá comer cinco piezas de fruta y verdura
al día?
En la dieta “niña”, las frutas autorizadas son las
manzanas, las peras, las mandarinas, las fresas y las frambuesas. ¿Por qué?
Porque son las que menos potasio y sodio contienen en relación a su contenido
en calcio y magnesio. El
resto de las frutas contienen grandes cantidades de potasio y por eso están
prohibidas es esta dieta.
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