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¿Y SI NO TODO ESPOSITIVO? EL LADO OSCURO DEL 'POSITIVISMO TÓXICO' QUE NADIE QUIERE VER

 

POSITIVISMO TÓXICO

Definición: No es una corriente filosófica formal, sino una crítica al exceso de optimismo impuesto, que niega o minimiza las emociones negativas.

 

 INTRODUCCIÓN: UNA SONRISA QUE DUELE MÁS QUE AYUDA

Nos han enseñado que ser positivos es una virtud. Que decir “todo estará bien” es casi una obligación moral. Pero, ¿y si te dijera que esa sonrisa forzada puede estar destruyendo más que sanando? Vivimos en una cultura donde el dolor se censura y el sufrimiento se disfraza, y eso tiene un nombre: positivismo tóxico.  ¿Alguna vez te han dicho "sé positivo, todo pasa por algo" cuando estás pasando por un momento difícil?.  El positivismo tóxico es esa tendencia a negar las emociones negativas bajo la máscara del optimismo forzado. No todo en la vida es color rosa, y hoy vamos a hablar de por qué ignorar el dolor puede ser más dañino que sanador.

Esta reflexión es una invitación a mirar de frente nuestras emociones humanas y a romper con el mito de que el dolor es debilidad. No te pedimos que dejes de sonreír, sino que no te traiciones al hacerlo.

Si estás harto de que te digan "sonríe, la vida es bella" cuando te sientes mal, este artículo es para ti.

 

ANÁLISIS DESDE DIVERSOS PUNTOS DE VISTA SOBRE EL POSITIVISMO TÓXICO

1.- PSICOLÓGICO

El positivismo tóxico invalida las emociones reales. Las frases como “todo pasa por algo” o “podría ser peor” niegan el derecho a sentir dolor. La psicología afirma que reprimir emociones negativas puede provocar ansiedad, depresión y enfermedades psicosomáticas.

2. SOCIAL:

Vivimos en una era donde las redes sociales muestran solo lo “bonito”. Se premia la felicidad aparente y se condena la tristeza. Esto genera una presión insana por aparentar bienestar y felicidad permanente, creando una desconexión profunda con nuestra humanidad.

3. DESDE LAS REDES SOCIALES:
Instagram, TikTok, Facebook y YouTube están llenos de frases motivacionales que promueven la idea de que “si piensas en grande, lo lograrás”, sin mencionar los fracasos, el duelo o la frustración. Esto genera estándares irreales y una cultura de comparación que enferma. Las redes sociales promueven una felicidad falsa, donde mostrar tristeza es "fracaso". Frases como "atraes lo que piensas" culpan a la víctima: si estás mal, "es tu culpa por no pensar positivo".

4. ESPIRITUAL

Desde una mirada espiritual, negar el sufrimiento es negar una parte esencial del alma humana. Jesús lloró, sintió angustia, y no ocultó su dolor. La fe auténtica no niega el dolor, lo abraza y lo transforma. La resiliencia no es negar el dolor, sino atravesarlo. Hasta Jesús lloró (Juan 11:35), demostrando que el sufrimiento es humano.

5. LABORAL:

En el trabajo, frases como “aquí no hay espacio para quejas” o “todo problema es una oportunidad” pueden silenciar problemas reales y normalizar ambientes tóxicos. La resiliencia no significa aguantar todo en silencio.

6. DESDE LO PERSONAL:
Aceptar que no todos los días somos invencibles es humano. Sentir dolor no significa fallar, sino ser humano. Aprender a vivir con nuestras emociones, buenas y malas, es el primer paso hacia la verdadera sanación.

 

FRASES CÉLEBRES

·         No puedes sanar lo que no te permites sentir.” – Carl Jung

·         El dolor exige ser sentido.” – John Green

·         Ser positivo no significa ignorar lo negativo. Ser positivo significa superarlo.” – Anonymous

·         A veces, lo más valiente que puedes hacer es decir: no estoy bien.” – Brené Brown

·         Jesús lloró.” – Evangelio de Juan 11:35

·         Decirle a alguien que solo necesita pensar en positivo es como decirle a un ahogado que respire más fuerte. – Leslie Jamison

·         La presión por ser feliz es tan grande que terminamos sintiéndonos mal por sentirnos mal. – Anónimo

·         No me digas que todo pasa por algo. A veces duele y ya. No necesito un mensaje positivo, necesito un hombro. – Anónimo

·         Forzar la positividad es una forma de mentirle al alma. – Charles Eisenstein

·         No todas las heridas se curan con afirmaciones positivas, algunas necesitan tiempo, llanto y apoyo. – Anónimo

 

 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

El positivismo tóxico no es más que otra cara del perfeccionismo emocional. Pretende que ignoremos nuestra humanidad para cumplir con un ideal inalcanzable. Lo sano no es estar siempre bien, sino saber gestionar nuestro malestar.

 

RECOMENDACIONES:

·         Permítete sentir: La tristeza no es tu enemiga.

·         No minimices tu dolor: No es solo "una mala racha".

·         Busca ayuda profesional si es necesario: No estás solo.

·         Cuestiona las frases motivacionales vacías: No todas aplican a tu realidad.

·         Practica la autocompasión: Trátate como tratarías a un amigo.

·         No existe luz sin sombra. La tristeza, la ira o la frustración no son enemigas: son mensajeras del alma.

·         Abrazar nuestras emociones es un acto de valentía. Permitirse sentir es el primer paso para sanar.

·         Cultivar una espiritualidad honesta que no escape del dolor, sino que lo ilumine.

·         Escucha, no minimices. Cuando alguien comparte su dolor, no lo tapes con frases vacías.

·         No somos robots de felicidad. Somos humanos con matices.

 

 

REFLEXIONES DE UN SACERDOTE CATOLICO

El Señor nos dio el don de sentir. Jesús, en Getsemaní, no negó su angustia. Lloró, sudó sangre y pidió consuelo. El positivismo tóxico nos aleja de esa humanidad encarnada en Cristo. No estamos llamados a fingir fortaleza, sino a vivir en verdad. “Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados” (Mateo 5:4). Eso nos dice el Evangelio. Negar el dolor no nos hace más santos, sino más lejanos del amor auténtico. El sufrimiento compartido se convierte en puente de comunión.

Muchos creen que ser cristiano es siempre mostrarse contento, sin permitirse sentir tristeza, dolor o duda. Pero eso no es fe, es máscara. Nuestro Señor Jesús mismo lloró ante la muerte de Lázaro, y en Getsemaní rogó al Padre que apartara de Él la amargura de la cruz. Dios no nos pide fingir alegría, sino acercarnos a Él con el corazón sincero.

La verdadera fortaleza cristiana nace de reconocer nuestra fragilidad y depender de la gracia divina.

 No teman sus lágrimas ni sus momentos de oscuridad. Acérquense al Sacramento de la Reconciliación, lean la Palabra y encuentren en la Eucaristía la paz verdadera. Que Dios los bendiga. Abracemos nuestras lágrimas con fe, pues Dios no desprecia un corazón herido. No temas llorar, no temas caer: Cristo también cayó en su camino al Calvario, y lo volvió camino de salvación. Amén

 

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