(El dolor no necesita permiso para existir)
[Verso 1]
Tengo heridas que no se ven,
pero duelen igual cada mañana.
Y aunque intenten decirme
qué sentir,
nadie vive lo que vivo yo.
A veces solo necesito llorar,
sin preguntas, sin juicios al lado.
Porque el dolor no pide
permiso,
simplemente llega… y duele.
[Pre-Coro]
No soy débil por sentir,
ni estoy roto por estar cansado.
Solo soy humano,
intentando seguir adelante
con un peso invisible.
[Coro]
No necesitas explicar tu dolor para que sea real,
no tienes que justificar por qué te duele tanto.
El dolor no necesita
permiso para existir,
ni razones para quedarse en
tu alma.
Si hoy estás triste sin motivo aparente,
déjate sentir, no te culpes por estar así.
Porque ser humano es
también aprender
a aceptar tu propio dolor
sin excusas.
[Verso 2]
Hubo quien me dijo:
“¿Y eso por qué te afecta?”
Como si tuviera que
justificar
lo que nace del corazón.
Pero aprendí que no tengo que probar
por qué me duele algo.
Basta con que duela…
y con que me permita sanar.
[Pre-Coro]
No hay dolor más importante
que otro dolor.
Cada uno lleva su carga,
y nadie puede juzgar lo que
no vive.
[Coro]
No necesitas explicar tu dolor para que sea real,
no tienes que justificar
por qué te duele tanto.
El dolor no necesita permiso para existir,
ni razones para quedarse en
tu alma.
Si hoy estás triste sin motivo aparente,
déjate sentir, no te culpes por estar así.
Porque ser humano es
también aprender
a aceptar tu propio dolor
sin excusas.
[Puente – susurrado o piano suave]
Si alguien cerca de ti
no entiende lo que vives,
no te sientas mal por eso.
No todos saben ver lo
invisible.
Pero tú sí puedes mirarte con cariño,
darte espacio, tiempo, paciencia…
y entender que está bien
no estar bien.
[Último Coro – versión más íntima / despedida]
No necesitas explicar tu dolor para que sea real,
pues tu corazón ya sabe lo que siente.
El dolor no necesita permiso para existir,
y no tiene que pedirte
disculpas por estar.
Déjalo pasar,
déjate sentir,
y cuando estés listo…
deja que sanes poco a poco.
Porque tu dolor no te
define…
pero sí te humaniza.
[Final – cierre en voz baja o instrumento final suave]
No necesitas explicar tu dolor para que sea real…
tu corazón ya lo sabe.
Y aunque no se vea,
duele.
Y está bien.
Porque el dolor no necesita
permiso
para existir.
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