Yo no sé si tú o yo seguiremos siendo
como hoy. Después de amanecer, ¿vamos a sentir la misma sed? Para
qué pensar y suponer, mejor disfrutemos lo que tenemos. No
preguntes cosas que no sé, porque la verdad es que no sé.
No sé dónde vamos a parar, eso ya lo dirá nuestra piel.
Jurarnos y prometer cosas que no están en nuestro poder es solo un juego. ¿Quién
puede decir qué es eterno? No me pidas algo que solo el tiempo puede
decidir.
Yo no sé mañana, si estaremos juntos o si el mundo
se acaba. No sé si soy para ti o tú para mí. Tal vez lleguemos a amarnos, o quizás a odiarnos. ¿Quién
sabe? La vida es un misterio, y cada día es un nuevo capítulo.
Pasamos de un café a un sofá, de un botón a todo lo
demás, sin reglas, sin reloj. Aquí estamos, tú y yo, en este momento que es
solo realidad. No me pidas más de lo que doy, porque lo que ves
es todo lo que soy.
La vida es
como un libro en blanco, cada página un día vivido. No tratemos de correr antes de
andar; disfrutemos de este momento. Hoy es lo que importa, y mañana, quién sabe.
Es como una ruleta que gira sin parar.
Así que dejemos que el corazón decida, vida mía. Lo
que sentimos ahora es realmente lindo. Porque no hay nada escrito,
estamos solo tú y yo, y hay que vivir los momentos intensamente. ¿Quién
puede saber qué pasará mañana? Por eso, hoy es nuestro mañana.

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