Google Ads

A VECES, LO QUE MÁS DUELE NO ES LO QUE PASA, SINO EL SILENCIO DE QUIENES CALLAN CUANDO MÁS SE LES NECESITA

 

[Verso 1]

Cuando todo se derrumbó,

yo estaba solo en medio del ruido.

Había gritos por dentro,

pero afuera… nadie me escuchó.

 

Hubo palabras vacías,

promesas que no llegaron a ser,

y rostros que desaparecieron

justo cuando más los necesité.

 

[Pre-Coro]

No fue solo el dolor lo que me hirió,

fue el silencio de quien no dijo nada.

Porque hay heridas que nacen

no de lo que pasa,

sino de lo que no se hace.

 

[Coro]

A veces, lo que más duele

no es lo que pasa,

sino el silencio de quienes callan

cuando más se les necesita.

 

Es saber que estabas ahí,

pero no quisiste verme caer.

Es sentirte cerca,

pero tan lejos al mismo tiempo.

 

Eso sí duele…

más de lo que imaginé.

 

[Verso 2]

No pedí grandes gestos,

ni héroes ni rescates.

Solo un “estoy aquí”,

una mano tendida…

un poco de calor humano.

 

Pero hubo miradas frías,

palabras guardadas,

y un vacío donde antes había presencia.

 

[Pre-Coro]

Y hoy no guardo rencor,

pero sí aprendizaje.

Que a veces, el peor daño

no viene del mundo…

sino de quien te deja solo en él.

 

[Coro]

A veces, lo que más duele

no es lo que pasa,

sino el silencio de quienes callan

cuando más se les necesita.

 

Es saber que estabas ahí,

pero no quisiste verme caer.

Es sentirte cerca,

pero tan lejos al mismo tiempo.

 

Eso sí duele…

más de lo que imaginé.

 

[Puente – susurrado o piano suave]

Hay silencios que hieren

como puñales sin filo.

Callar puede parecer fácil,

pero a veces cuesta tanto como gritar.

 

Y si hoy estás escuchando esto,

y alguien te dejó solo en tu tormenta…

recuerda que no fue tu culpa.

Tú merecías más.

 

[Último Coro – versión más íntima / despedida]

A veces, lo que más duele

no es lo que pasa,

sino el silencio de quienes callan

cuando más se les necesita.

 

Pero también aprendí

que hay corazones sinceros

que sí están,

que sí acompañan,

que sí aman de verdad.

 

Y por ellos…

vale la pena seguir creyendo.

 

[Final – cierre en voz baja o instrumento final suave]

A veces, lo que más duele…

no es lo que pasa…

sino el silencio de quienes callan

cuando más se les necesita.

Pero gracias a ese dolor…

aprendí a valorar

quien sí se queda.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Por favor, escriba aquí sus comentarios

Gracias por su visita.

EnPazyArmonia