Damos todo a nuestros
hijos y los dejamos sin nada
Analizan expertos la formación que dan papás. La cinta
mexicana 'Nosotros los Nobles' refleja la realidad social: chicos
sobreprotegidos y sin obligaciones.
Recién
graduado de la universidad, Marcelo ya tiene carro nuevo, no se preocupa por
gastos de renta, comida ni servicios, posee ropa de marca y los celulares más
sofisticados. Lo tiene todo sin preocupaciones ni exigencias laborales.
¿Cómo es esto posible? Fácil. Tiene al mejor
"jefe" del mundo: Un papá sobreprotector.
Cada vez son más los jóvenes que viven a expensas de sus padres sin buscar
independizarse del todo y sin reconocer el valor de ganarse las cosas a
través del esfuerzo.
Esta realidad, aunque se muestra de forma divertida en la
película mexicana de reciente estreno "Nosotros los Nobles", es una
problemática que, de acuerdo con expertos, sólo dará una generación de adultos inútiles y débiles.
"A
los hijos no se les está exigiendo nada y por eso es una generación del
merecimiento".
"Son
chicos súper débiles: se traumatizan con todo, se deprimen con todo, se
quieren suicidar por todo, porque no saben luchar. Les quitamos la capacidad de postergar la
gratificación, trabajar duro y de luchar por lo que quieren por darles
demasiado".
'NOBLES' EN LA CASA
Situada en México, "Nosotros los Nobles" cuenta
la historia del empresario Germán Noble, quien al darse cuenta de que sus tres
hijos -Javi, Bárbara y
Charlie- llevan una vida inútil y vacía y han tomado malas
decisiones, decide fingir la quiebra de su empresa.
De
esta manera, los deja sin autos, celulares y tarjetas de crédito, los lleva a
vivir a un vecindario pobre y les pide hacer algo que no saben hacer: trabajar.
Con una recaudación de 25.9 millones de pesos en su
semana de estreno, la cinta se perfila como la película mexicana más exitosa
del año. Pero más allá de lo económico, el filme ha puesto sobre la mesa de
discusión a la "generación del merecimiento", formada por jóvenes que
pasaron a ser la cabeza de la jerarquía familiar, de acuerdo con Marulanda.
"Les
enseñamos algo muy grave a los hijos: su función es recibir y la nuestra, como
papás, es darles. Les enseñamos a recibir, pero no a dar".
"Estamos
viendo una cantidad de niños malagradecidos, sin entusiasmo, vagos, de todas
clases sociales. Es la generación del merecimiento, la generación de los
niños que se merecen todo. Ellos ya no piden sino que exigen y precisamente por
eso, porque saben que sus “jefes” lo que pidan, se los dan".
'DAME, DAME, DAME'
Independientemente de estrato social o ubicación
geográfica, cada vez se ha
vuelto más común ver a hijos que se quedan con sus padres muchos años después
de llegar a la edad adulta y terminar sus estudios, aprovechando la
oportunidad de vivir sin responsabilidades y sin necesidad de esforzarse.
Jesús Amaya cuenta su charla con una joven, egresada de
universidad, a quién le preguntó a qué se dedicaba. Ella le respondió que a
nada y que vivía mucho mejor sin trabajar.
"Me
sorprendió. Me dijo 'no trabajo, mi papá me da más de lo que puedo ganar'.
Pues claro, los muchachos así jamás van a trabajar.
"Los
papás les dan cada mes cierta cantidad de dinero, pues para qué trabajan, si
ganan más con su papás".
Y aunque no todos los padres pueden dar dinero a sus
hijos mensualmente, en cualquier sector socioeconómico hay papás que despojan a
sus hijos de cualquier responsabilidad al permitirles vivir en el hogar sin
aportar nada, sin
contribuir a nada, porque sienten que hasta allá va su tarea como padres.
"Mi muchacho trabaja, no se ha casado. Es ayudante
de mecánico, gana poquito, ¿cómo se lo voy a quitar? Si él quiere dar, pues que
sea de su voluntad", señala un taxista sobre su hijo de 23 años.
INCULCAR EL ESFUERZO
Los creadores de la generación del merecimiento,
coinciden expertos, son
los padres sobreprotectores que perdieron de vista los valores verdaderamente
importantes en la formación de sus hijos al tratar de evitarles las
carencias o las dificultades que ellos sufrieron de niños o jóvenes.
"Un factor es que estos adultos, y yo me incluyo
entre ellos, vivimos
carencias cuando éramos pequeños o adolescentes, crecimos con muchas
responsabilidades y muchas dificultades, y ahora que soy papá, no quiero que mi
hijo sufra eso, que tenga lo que yo nunca tuve".
"Es
una generación muy cómoda de muchachos. Viven con pocas carencias y
muchas comodidades. No viven las consecuencias de sus conductas o sus malas
decisiones, están siendo sobreprotegidos, no hay responsabilidades porque
quienes dan la cara siempre por sus errores, son sus padres. Todo esto hace que
el muchacho crezca en un mundo virtual y ficticio".
Un enfoque en el que el fin es la felicidad y no el
resultado de acciones gratificantes, influye también en la formación de jóvenes
que de adultos sólo buscarán
la comodidad con nada o el mínimo esfuerzo.
Así, la generación del merecimiento son jóvenes que no
han madurado y que al sobreprotegerlos se han quedado como adolescentes
permanentes.
ABUELOS OBEDIENTES
Los privilegios se ganan, no se demandan, afirma Amaya, y
uno de los peligros de criar hijos que se sienten que lo merecen todo, es que
pasarán a convertirse en
adultos que sólo toman de su entorno sin dar.
"Cuando es pequeño, el niño te pide las cosas; cuando
es adolescente, te exige las cosas, y cuando es adulto, te quita todo lo que
tengas".
"Estos muchachos se sienten con el derecho de todo
lo que tengan los papás: su casa, su trabajo, sus carros. Ellos sienten tener
el derecho de tenerlo".
Es
por eso que los expertos exhortan a los papás a que enseñen a sus hijos desde
pequeños a ganarse sus privilegios.
"Estos papás, cuando sean abuelos, serán abuelos
obedientes. Serán unos abuelos que seguirán manteniendo a los hijos e hijas, a
las nueras, a los yernos, a los nietos".
Los Nobles -Javi, Bárbara y Charlie- no sólo habitan la
película de moda, también pueden vivir muy cerca de ti.
Es cuestión de reglas, pero recuerda que es necesario,
además de las reglas, el ejemplo.
Los expertos Ángela Marulanda y Jesús Amaya aconsejan a
los papás:
· Educar a los hijos desde pequeños.
· Establecer reglas. Los hijos tienen
derechos, pero también obligaciones.
· Buscar que los chicos se esfuercen por lo
que quieren. Los hará adultos responsables.
· Analizar tus motivaciones, si vas a
comprar algo que un hijo te pide. ¿Él debe tener eso para estar a la moda o no
ser "menos" que los demás? ¿o realmente lo necesita?
· Estar consciente de que si tus hijos
carecen de algo no los "traumará" para el resto de sus días, más
bien, ellos formarán su carácter y sabrán valorar sus posesiones.
· Tener en cuenta que al dar algo especial
a tus hijos, ellos deben saber que es una gratificación bien ganada.
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