Hágales caso
a las señales que manda el cuerpo. Atenderlas a tiempo puede evitarle
complicaciones.
Con mucha
frecuencia la gente experimenta síntomas a los que no les para bolas, porque
son comunes o porque cree que puede manejarlos por su cuenta.
Ocurre, también, que los echan al olvido, porque ya
los han tenido antes y han pasado sin ninguna consecuencia.
Pues no hay tal, algunos de ellos pueden ser la
manifestación de problemas que, de no tratarse a tiempo, pueden desembocar en
complicaciones serias y hasta poner en riesgo la vida.
Velar por la
salud consiste no solo en adoptar hábitos de vida más saludables, como la
práctica regular de ejercicio, el consumo de una dieta balanceada y el manejo
del estrés, también implica conocer el cuerpo y estar atento a los signos y
señales que indican que algo no marcha bien.
Ardor en el
estómago
Este síntoma casi siempre es producto del efecto de
los ácidos gástricos sobre tejidos lesionados en la vía digestiva e incluso en
sitios donde no deberían llegar, como el esófago y la garganta. Esta
condición puede ser producida por una simple dispepsia (trastorno de la
secreción gástrica) o inflamaciones, úlceras o tumores. Es imprescindible
consultar, por leve que parezca el problema.
Sangrado por
la nariz
Aunque pueden ocurrir por resfriados e irritaciones
menores, también pueden deberse a alergias, inflamaciones de los senos
paranasales, hipertensión arterial, problemas de coagulación o ser el efecto
secundario de algún medicamento. Si se presenta este síntoma, consulte.
Dolores de
cabeza recurrentes
La cabeza no duele por cualquier cosa, así que la
peor salida es automedicarse. Este síntoma se presenta por causas que incluyen
problemas musculares, alteraciones en los órganos de los sentidos, compromisos
de los vasos sanguíneos, desarreglos hormonales, infecciones, inflamaciones,
procesos alérgicos y tumores. Aunque lo ideal es consultar siempre, lo es mucho
más si el dolor dura más de dos días seguidos o se presenta en forma
recurrente.
Mareos
frecuentes
La sensación de que se pierde el equilibrio o de que
se está a punto de desmayarse, como si se estuviera borracho, no es para nada
normal. Aunque el mareo puede ir ligado a males de salud simples, como los
resfriados, también puede ser fruto de inflamaciones en el laberinto, de la
enfermedad de Meniere (vértigo), de un accidente cerebrovascular, de la
presencia de una esclerosis múltiple, de un tumor o ser el efecto secundario de
algún fármaco. No lo dude: consulte.
Fiebre alta
La fiebre permanente o a repetición es motivo de
consulta, pues puede deberse a causas infecciosas, a procesos inmunológicos
(como las enfermedades del tejido conectivo), a problemas hormonales como el
hipertiroidismo o a tumores, como en el caso de las leucemias. Si dura más de
un día, corra al médico.
Tristeza
constante
Aunque impacta en forma negativa la calidad de vida,
el trabajo y las relaciones con los demás, la gente tiende a minimizar este
síntoma, que puede ocultar una depresión. Lo ideal es que consulte con un
profesional en salud mental si lleva dos semanas sintiendo tristeza, pérdida de
gusto por las cosas de la vida, problemas para dormir y tiene ideaciones
negativas y pesimistas.
Problemas
para dormir
Tener dificultades para conciliar el sueño o
mantenerlo (a grado tal que se duerme muy poco) o dormir demasiado no es
normal. El mal dormir afecta la salud física y mental. Los trastornos del sueño
pueden originarse en problemas emocionales, en cambios hormonales, en
enfermedades sistémicas y en daños neurológicos, entre otros. Consulte.
Sangre en la
deposición
Este síntoma es anormal. Los sangrados pueden
deberse a causas que van desde traumas menores en la porción final del tubo
digestivo y hemorroides (várices rectales), hasta tumores malignos o benignos;
también puede ocurrir por inflamaciones, como en el caso de las colitis, o por
parásitos. Así que siempre hay que consultar.
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