El Papa Francisco le dijo a los líderes
populares de Bolivia estas sabias palabras:
Cuando el capital se convierte en ídolo
y dirige las opciones de los seres humanos, cuando la avidez por el dinero
tutela todo el sistema socioeconómico, arruina la sociedad.
Condena
al hombre, lo convierte en esclavo, destruye la fraternidad, enfrenta pueblo
contra pueblo y pone en riesgo esta nuestra casa común.
Ninguna familia sin vivienda, ningún
campesino sin tierra, ningún trabajador sin derechos.
Ningún
pueblo sin soberanía, ninguna persona sin dignidad, ningún niño sin infancia.
Ningún joven sin posibilidades, ningún anciano sin una venerable vejez. Sigan con
su lucha y cuiden mucho a la Madre Tierra.
Nota: Un mensaje que todos debemos
repensar y dejar que nos mueva a tomar conciencia y a cambiar.
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