Tener
una relación sana es una de las cosas más difíciles de lograr y,
desgraciadamente, poco se nos enseña al respecto. Seguimos creyendo que con el
amor es suficiente, pero no es cierto, también necesitamos prepararnos,
aprender y esforzarnos para construir nuestras relaciones.
Las relaciones de pareja suelen comenzar como historias
maravillosas en las que todo parece ser color de rosa, pero con el tiempo, la
rutina y las pequeñas dificultades diarias pueden deteriorar esa unión si no se
las maneja adecuadamente.
Los siguientes consejos, pueden ayudar para empezar a
construir relaciones más sólidas y armónicas.
1.
Comunicación.
Aunque
lo hayas oído mil veces, no deja de ser cierto. Es imposible que una pareja
funcione o ambos miembros se sientan felices con la relación, si no existe una
buena comunicación entre ellos. Pero comunicarse no se refiere a hablar
mucho, sino a poder expresarle a nuestra pareja nuestros sentimientos,
inquietudes, proyectos…, y obtener un “feedback” de su parte. Si existe una
buena comunicación es fácil resolver los problemas que van surgiendo.
2.
Escuchar.
Es tan importante como ser capaces de hablar y
comunicarnos. Si tú hablas sin parar pero cuando tu pareja quiere contarte algo
suyo enseguida cambias de tema, estás fallando en un punto muy importante. Y no
se trata de mantenerse callado y oír lo que el otro dice, sino de escucharle y
tratar de entenderle.
3.
Ser comprensivos.
Antes de juzgar una situación, por muy grave o absurda
que te parezca, intenta ponerte en su lugar, tratar de averiguar qué siente,
cómo piensa, por qué se ha comportado así. Nadie tiene nunca la razón absoluta
y siempre hay muchas versiones para la misma historia.
4.
Tolerancia.
Debes
ser tolerante con tu pareja siempre que su comportamiento o actitud sea honesta
o no te haga daño física o emocionalmente. Este es uno de los puntos más
difíciles de llevar a cabo, ya que normalmente, aunque la queramos para
nosotros, nos cuesta mucho darle libertad a nuestra pareja. Cada miembro de la
pareja tiene derecho a sus momentos de independencia e intimidad, a desarrollar
sus proyectos, aficiones o ilusiones sin sentirse coartado por el otro.
6.
Tener vida social
Aunque
al principio sólo les apetezca estar juntos y solos, es fundamental que tengan
vida social. Pero no sólo de forma individual, sino como pareja. Esto
significa que tengan amistades comunes con las que puedan hacer planes. Esto
también puede hacerse extensivo a la familia.
Salir y divertirse juntos les hará sentirse bien y le
dará una pizca de emoción a su vida de pareja. La vida social también se
refiere, por supuesto, a la que además tenga cada uno por su cuenta.
Es importante que ambos puedan seguir disfrutando de sus
propios amigos, por supuesto, de una forma honesta y sana. Para ello es fundamental tener
confianza en la pareja.
7.
Confianza.
Una
relación sin confianza mutua no va a ninguna parte. No una confianza ciega,
sino racional. Si no tenemos motivos reales o probados para desconfiar, agobiar
a nuestra pareja con nuestros miedos o inseguridades, la apartará de nosotros.
La falta de confianza enrarece las relaciones y hace difícil la convivencia.
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