Las mamoplastias de reducción -la
operación para reducir el tamaño de los senos- se incrementaron en EE.UU. en
157% entre 1997 y 2013.
Cuando se habla de cirugía estética en
EE.UU., la intervención más popular suelen ser agrandamiento de mamas y la
liposucción.
Sin
embargo, en las
operaciones de mamas algo parece estar cambiando, pues cada vez son más las
mujeres que están entrando al quirófano para reducir el tamaño de sus pechos.
Las
estadísticas de la Sociedad Estadounidense para la Cirugía Plástica Estética,
indican que en 2013 se
practicaron en EE.UU. 122.838 mamoplastias de reducción, como se conoce
técnicamente al procedimiento quirúrgico de reducción de senos.
Aunque es un tercio del número de
operaciones de aumento de mamas realizadas en EE.UU. la cifra supone un
incremento del 9% con respecto a 2012 y 157% con respecto a 1997.
Más
aceptada socialmente
El
doctor Johnny Franco, profesor de la Escuela de Medicina Herbert Wertheim, de
la Universidad Internacional de Florida, explica que el procedimiento consta de varias partes.
Una de ellos es la reducción real del
tejido mamario propiamente dicho, el segundo es el levantamiento del seno.
"El objetivo es hacer que los
pechos sean pequeños, más ligeros y así mejorar la forma y eficacia general de
la mama".
"El
levantamiento forma parte del procedimiento de reducción de mamas",
completa.
Entre
las razones más mencionadas para reducir los senos están la vergüenza, la dificultad para encontrar ropa,
erupciones debajo de los senos y dificultad para hacer ejercicios.
Algunas celebridades han acaparado
titulares en los últimos años por haber reducido el tamaño de los senos, entre ellas Victoria
Beckham, Drew Barrymore o Queen Latifah.
En
2011, Beckham confirmó haber removido sus implantes de seno a los que calificó
como "bazucas para
torpedos".
Por
otro lado, Latifah, conocida entre otras cosas por las considerables
dimensiones de sus pechos, pasó
de la talla F a DD y perdió unos 11 kilos tras el procedimiento.
Pero,
¿a qué se debe esto? ¿Por
qué hay más mujeres -famosas y no tanto- deseosas de tener senos más pequeños?
La
doctora Jennifer Walden, cirujana plástica especializada en cirugía estética,
explica que "la
cirugía de reducción de senos ha evolucionado en el curso de las últimas
décadas y por tanto, realizamos procedimientos que garantizan mejores formas y
menos cicatrices".
"Además,
vivimos en una cultura en
la que hay más medios y mayor interés público por los procedimientos de cirugía
plástica, y esto también puede contribuir".
Desde
el punto de vista estrictamente médico, Walden enumera otras teorías: las mujeres están llegando más
temprano la pubertad, hay mayores tasas de obesidad y hay más mujeres jóvenes
expuestas a estrógenos ambientales, lo que se traduce en senos más grandes, más
temprano.
El
doctor Franco sostiene que la
cirugía plástica es hoy mucho más aceptada socialmente que "nunca
antes".
"El
número de reducciones estéticas y reconstructivas de mamas ha aumentado",
dice. "La gente
quiere sentirse bien con su aspecto físico y muchas veces recurre a la cirugía
plástica".
Razones y más razones
El
procedimiento de reducción de senos se efectúa bajo anestesia general y dura de dos a cuatro horas,
dependiendo de la técnica utilizada y del paciente.
El
costo promedio, de acuerdo con la Sociedad Estadounidense para la Cirugía
Plástica Estética, es US$5.146
y las pacientes generalmente pueden regresar a trabajar después de una semana,
dice el doctor Franco.
Los médicos suelen recomendar este
procedimiento a mujeres que tienen senos excesivamente grandes en relación con
el tamaño del cuerpo,
pues en muchos casos, explica Franco, los senos demasiado grandes generan
"dolores crónicos de
cabeza, de cuello y de hombros que afectan la calidad de vida".
También
se dan casos de "problemas
nerviosos crónicos causados por la mala postura: entumecimiento u hormigueo en
brazos o manos".
La
mamoplastia de reducción es también recomendada en casos en que un seno sea más grande
que el otro o cuando los senos son muy pesados y por tanto los pezones y las
aureolas tienden a apuntar hacia abajo.
En
2011 Victoria Beckham acaparó titulares tras admitir que redujo sus senos al
remover sus implantes de seno a los que calificó como "bazucas para
torpedos".
La
doctora Walden enumera las razones comúnmente mencionadas por muchas de sus
pacientes: "Vergüenza;
burlas de amigos, colegas o compañeros de clase; los surcos que dejan los
tirantes de los sujetadores en los hombros; la dificultad para encontrar ropa o
trajes de baño que les queden bien; erupciones debajo de los senos y dificultad
para hacer ejercicios".
"Todas
esas son buenas razones para buscar esta operación", dice.
Franco
y Walden coinciden en que
muchas mujeres se han vuelto más conscientes de los beneficios que tienen
después de la cirugía de reducción mamaria.
De
hecho, Franco afirma que, de entre todas las modalidades de cirugía plástica
que realiza, las pacientes sometidas a una reducción de senos tienden a ser
unas de las más felices.
"Esto supone un cambio dramático
para ellas, en la apariencia, en la forma, en la sensación. La mayoría de ellas
tienen una disminución inmediata del dolor y del malestar; se vuelven más seguras de sí
mismas", explica.
Reducción entre las jóvenes
Entre
las mujeres jóvenes también se ha registrado un interés creciente por disminuir el tamaño de sus
pechos.
Las
investigaciones sugieren que elementos estéticos y psicosociales como
insatisfacción con la imagen del cuerpo, síntomas de ansiedad y depresión, baja
autoestima y aislamiento pueden influir en la decisión de reducir las
dimensiones de los senos entre mujeres jóvenes.
Los especialistas sostienen que las
cirugías plásticas son cada vez más aceptadas socialmente.
Pero, ¿es recomendable este tipo de
procedimiento entre adolescentes que se encuentran en la pubertad?
"No hay duda de que estos
problemas comienzan cuando las mujeres son adolescentes", explica Franco.
"Sin embargo, con excepción de los casos graves, se suele esperar hasta que una mujer alcance su
plena madurez para hacer una reducción de senos".
Si
una joven de 15 ó 16 años está experimentado significativos problemas físicos y
psicológicos (vergüenza) por la macromastia, podría realizarse el procedimiento antes de los 18 años.
Doctora
Jennifer Walden
En
los casos que el cirujano califica como "graves", la mujer que se
somenta a una reducción mamaria a edad temprana, posiblemente necesite una segunda cirugía más adelante en
su vida.
La
doctora Walden menciona estudios que demuestran que las mujeres jóvenes están
llegando más temprano a la pubertad, con mayores tasas de obesidad o de
sobrepeso, lo que puede contribuir con la hipertrofia mamaria o crecimiento
excesivo del tamaño de los senos.
Ella suele recomendarles a sus
pacientes esperar hasta alcanzar la pubertad y se haya estabilizado el
crecimiento de los senos.
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