¿Qué
esconde su cepillo de dientes? La respuesta no es agradable
El cepillo de dientes se usa como
instrumento de limpieza; sin embargo, puede convertirse en una fuente de
enfermedades. Especialistas alertan y aconsejan sobre cómo evitar llevar
infecciones a nuestro cuerpo.
No
solo se trata de cepillarse los dientes tres veces al día -o después de cada
comida- para tener una buena higiene bucal. El instrumento para limpiar la boca y los hábitos en el
baño también juega un papel muy importante a la hora de mantener una boca sana.
El
cepillo de dientes hay que tratarlo con mucho respeto, pues puede ser un foco de gérmenes, incluyendo
bacterias intestinales y gérmenes fecales.
El lugar donde se guarda y cómo se
guarda depende que haya más o menos microorganismos en las cerdas que
después entrarán a la boca y pasarán por los dientes, encías y lengua.
La
doctora profesora de periodoncia de la Escuela de Odontología de la Universidad
de Alabama ofrece cinco
cosas que quizás le sorprendan de su cepillo de dientes.
En
una entrevista publicada en la revista de la Universidad, Geisinger explica que
en la cavidad oral albergan cientos de distintos microorganismos que se pueden
transferir al cepillo de dientes durante el uso.
Algunos de ellos serían estafilococos,
bacterias coliformes, pseudomonas, levadura, bacteria intestina y gérmenes
fecales.
"La
mayoría de los cepillos se guardan en los baños, que hace que estén expuestos a
microrganismos intestinales", señala.
Estos
organismos -según la experta- se pueden transferir por una ruta oral.
"Y el número de microorganismos
puede variar mucho de indetectable a una colonia de un millón de unidades
formadoras de colonia".
Bacterias que saltan del inodoro al
cepillo
"Las bacterias entéricas, que en
su mayoría ocurren en los intestinos, pueden pasar a los cepillos y terminar en
la boca".
Esto
sucede cuando la persona, después
de ir al baño no se lava las manos antes de manipular el cepillo.
Incluso, puede ocurrir si no se limpia bien las manos.
Aunque
la responsabilidad de tener unas cerdas libres de bacteria no reside sólo en el
usuario. Puede haber estos
microorganismos antes de comprarlos o de retirar el cepillo del empaque.
"No es un requerimiento que sea
empaquetado de una forma estéril".
¿Dónde
y cómo guardar el cepillo?
¿Qué
esconde su cepillo de dientes? La respuesta no es agradable
La
Asociación Estadounidense Dental recomienda que el cepillo no se
guarde en un contenedor cerrado o que se cubra.
"Esto
se debe a que un ambiente
húmedo es más propenso para el crecimiento de microorganismos",
explica la experta.
Los
especialistas sugieren guardar los cepillos en forma vertical y
-de ser posible- dejarlos secar hasta el siguiente uso.
"Si se almacena en el lugar más de un cepillo,
mantenerlos separados puede ayudar a prevenir la contaminación cruzada", aconseja Geisinger.
Se recomienda empapar el cepillo con
enjuague bucal antibacterial tras su uso.
A
fin de asegurar una buena limpieza bucal -y evitar que a la boca salten
microorganismos de otras partes- la profesora Geisinger recomienda enjuagar a
fondo los cepillos con agua potable después del cepillado.
Esto permitirá retirar todos los restos de pasta de
dientes y de comida
que queden atrapado entre las cerdas.
La
experta también aconseja empapar los cepillos en un enjuague bucal
antibacterial. "Se ha demostrado que disminuye el nivel de bacteria que
crece en los cepillos".
No
obstante, los cepillos, por muy bien cuidados que estén, tienen un período
de vida útil, que puede variar entre los tres y cuatro meses o
cuando las cerdas se deshilachan, "lo que ocurra primero".
Aunque
si la persona ha estado enferma, la especialista aconseja cambiar de cepillo
una vez recuperado.
Cuatro consejos que se pueden seguir
para ayudar a conseguir una mejor higiene bucal y evitar -o al menos limitar-
algunas de las causas de acumulación de bacteria en el cepillo.
1. Utilizar enjuague bucal
antibacterial
antes del cepillado. "Esto puede disminuir considerablemente la carga de
bacteria en la boca y por consiguiente reducir los microorganismos que terminan
en las cerdas tras el cepillado".
2. Limpiarse la boca con regularidad. "Es
especialmente importante para aquellos con enfermedades periodontales, pues la
bacteria oral presente en sus bocas pueden entrar en el flujo sanguíneo durante
las actividades diarias, como comer, masticar chicle o cepillarse los
dientes".
3. La experta reitera la importancia de
lavarse las manos
"después de utilizar el inodoro y antes de agarrar el cepillo. "Esto
reduce las probabilidades de una contaminación fecal oral".
4. No hay que compartir el cepillo de
dientes.
"Esto parece una obviedad, pero una buena cantidad de parejas admiten que
comparten el cepillo". Esto significa que se comparten las bacterias en
los cepillos. "Incluyendo aquellas que causan caries y enfermedades
periodontales".
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