Tú eres la fuente de donde surge
todo lo que haces, piensas y sientes. Tú eres el que decide lo que haces,
piensas y sientes. Cree en ti, porque tú eres una energía, inteligencia y amor,
que están palpitando y queriendo expresarse a través de todo tu vivir.
Por todo esto,
jamás podrás creer en nadie más que en ti mismo.
Recuerda que tú no
eres tu cuerpo ni tu personalidad. No vives en tu cuerpo, sino que tu cuerpo y
tu personalidad te tienen como fundamento a ti, a tu Ser real.
Toda tu
actividad física y psíquica se fundamenta en tu Ser real invisible.
Cree en
tí y en tu visión del futuro. Rodéate de aquellos que creen en tí y te ayudarán
a alcanzar tu meta.
Mantén vivo tu sueño a pesar de los desafíos que acechan por
tu camino.
Siempre habrá algunos que intentan robar tu sueño con
críticas o risas. No entienden aquello que te impulsa a llegar más allá.
No hay
derrota en la inercia ni tampoco hay éxito. Sólo si corres los riegos que los
demás temen podrás alcanzar la excelencia.
Los cambios pueden ser aterradores, pero sólo a través de
ellos podrás tú crecer.
Solo si te desafías con lo que parece imposible podrás saber
cuánto sabes alcanzar.
Sólo una es la clave del éxito; persevera hasta triunfar. Es
posible que mucho debas cambiar, pero tú puedes hacerlo.
La
semilla de la excelencia está dentro de tí. Aliméntala, y no habrá nada que no
puedas hacer …
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