Conseguir ser un poco más feliz y decir
adiós a los pensamientos negativos y las tristezas, es más fácil de lo que
crees.
Las emociones que sentimos empiezan en
nuestra mente, si cambias tus pensamientos y te convences de lo quieres sentir,
acabarás sintiéndolo.
Es
muy conocida la frase del famoso psicólogo William James “Estamos tristes porque lloramos,
no lloramos porque estamos tristes”, esto quiere decir que primero
recibimos un estímulo, después se forma una reacción fisiológica y por último
la emoción. No podemos
evitar que nuestro cuerpo reaccione ante un susto, una mala noticia, una pérdida…
Pero
es decisión nuestra cómo
sentirnos tras el suceso. Si conseguimos calmarnos, la emoción desaparece
progresivamente, si nos alteramos y dejamos que nos domine la ansiedad y los
nervios, se desatará la reacción emocional que no nos gusta. Es tan sencillo como mantener la
calma desde el principio.
Todos
hemos vivido malas experiencias y pasado por etapas negativas. La primera reacción natural de
cualquiera es venirse abajo, incluso desesperarse. No lo permitas.
Haz que cambie ese pequeño “chip” de
negativo a positivo, calma la emoción negativa que te hace sentir mal y extrae
la buena de tu pensamiento a tu sentimiento, a ti. Al principio será difícil y te costará
creer que funciona, pero la práctica continua te hará sobrellevar mucho mejor
cualquier situación desagradable.
Empieza por cosas pequeñas. Imagina que vas
conduciendo de camino al trabajo o la facultad y un loco del volante se
abalanza sobre ti, lo que provoca que des un volantazo, te salgas de la
carretera, un rasguño en el coche, llegar tarde…
¿Qué provoca esto? Agitación, nervios,
ira…emociones
todas negativas y lógicas ante ese suceso momentáneo. Bien, ya ha sucedido, te has llevado el susto y has
gritado como reacción, pon punto final. ¿Vas a dejar que esa negatividad
te persiga durante el día y
como consecuencia todo te vaya saliendo mal?
No. Déjalo estar, relájate. Centra la atención en lo que vas
a hacer ahora y sigue tu camino. Ya te preocuparás de arreglar el
rasguño del coche más tarde, es más, puede que ni haya rasguño y ya no haya más
por lo que preocuparse.
Pronto podrás aplicar la positividad a
todo lo que te propongas.
Seguro que recientemente o quizá hace algún tiempo has sufrido una pérdida del
tipo que sea (trabajo, pareja, familiar…).
Esto es más complicado, pero si ya
llevas un tiempo poniendo en práctica el método de cambiar el “chip”, no te
resultará tan difícil.
Recuerda cómo fue cuando te ocurrió esa pérdida o imagina la posibilidad de que
sucediera ¿Cómo reaccionar para sentirnos lo mejor posible? Si hemos conseguido
superar con positividad una situación como la del loco del volante, esto es
igual. Poco a poco se
puede con todo.
Si te despiden del trabajo es normal
que no te sientas bien, estés mal uno, dos, tres o cuatro días. Basta, ¿para qué más? Es
razonable sentir cierto resentimiento por haber perdido ese trabajo que tanto
nos gustaba o que al menos nos mantenía la cuenta bancaria activa.
Pero
eso quedó atrás, aparta la
emoción que te hace sentir mal, retira de la mente los pensamientos de un
pasado que ya no existe. Muévete, impulsa el entusiasmo y la energía
positiva, busca nuevos retos, haz todo aquello que te hace sentir bien.
Poco a poco irás consiguiendo superarte
y se te abrirán nuevos caminos, quizá mejores que los anteriores. ¿Vas a dejar que un
suceso negativo te persiga días tras día y como consecuencia toda esa
negatividad se esparza en tu vida? ¿O prefieres centrarte en lo bueno, sonreír
y atraer la felicidad que tanto te gusta?
No te pido que bloquees la emoción,
siempre es necesario expresar y dejar fluir las emociones, te pido que calmes
la negatividad que te produce y fijes tu atención en las emociones positivas
que te hacen sentir en paz y armonía, y mejor contigo mismo. Deja ir aquello que
te resulta molesto, lo que te enerva y no te hace bien, céntrate en lo que te
hace seguir hacia delante y te llena de energía y felicidad.
Recuerda que no es posible bloquear una
reacción ante un estímulo pero sí se pueden cambiar nuestras emociones mandando
pensamientos positivos a nuestro cuerpo y conseguir las emociones que deseamos. Al igual que estamos tristes
porque lloramos, estamos felices porque reímos.
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