Muchos cristianos no tienen una idea
realista y bíblica de la razón del retorno de Cristo y de los eventos que le
siguen.
Es
claro que Cristo enseñó que su venida es “pos-tribulacionalario”, y
“pre-milenario”. Es decir,
Jesús viene después de la grande tribulación, y antes del inicio de su reinado
en la tierra. En Apocalipsis 20:4,5 se nos dice que Cristo, al volver, atará al diablo y a
sus ángeles, y comenzará inmediatamente su reinado milenial en la tierra, y con
su iglesia.
Notemos,
además, que al volver Cristo al mundo, las naciones le verán y se lamentarán por su presencia.
Por tanto, su única segunda venida es audible, visible, y terrorífica para los
malvados. No encontramos
ningún texto donde se diga que Cristo vendrá en dos fases, como sostienen
muchos “evangélicos”. Esto es torcer las Escrituras, interpretándolas de
forma caprichosa, y privada. Es
que muchos cristianos le temen a la “gran tribulación” que vendrá sobre la
tierra. Ellos quieren “escapar” antes que caigan las plagas del Señor.
Pero: ¿Acaso es necesario
escapar al cielo para evitar las plagas de Dios? ¿Acaso no nos acordamos
de los israelitas en Egipto? ¿Acaso no bajaron las diez plagas de parte de
Jehová, y ningún Israelita fiel murió? ¡Dios no arrebató a los israelitas al
cielo para salvarlos de sus plagas!. Y, ¿Qué diremos de Lot y su familia?
¿Acaso bajaron los ángeles de Dios para llevárselos al cielo a fin de que no
murieran en Sodoma y Gomorra? Claro que No. Ellos fueron sacados a tiempo de tales ciudades y punto.
Simplemente escaparon a otro lugar de la tierra.
En
Mateo 24:16,17 Jesús da una salida a su pueblo para cuando se presente la gran
tribulación, diciendo: “Entonces
los que estén en Judea, huyan a los montes…y el que esté en el campo, no vuelva
atrás para tomar su capa.” Tal vez Dios ya tenga lugares de “refugio”
para los suyos, cuando venga el tiempo de espanto.
Es lamentable que por la falta de fe
millones de cristianos no crean que Dios puede proteger a su pueblo aunque se encuentren
en medio de las pruebas.
El escape al cielo no es la solución para nuestros temores. ¡Está la confianza en las
promesas divinas!
La
Segunda Venida tiene como fin el juicio sobre los que ahora se resisten a creer
y servir a Cristo. En Hechos 17:31 leemos: “Por cuando ha establecido un día en que JUZGARÁ al mundo
con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle
levantado de los muertos.” Y Pablo les dice a los creyentes de Corinto:
“Porque es necesario que todos nosotros compadezcamos ante el tribunal de
Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el
cuerpo, sea bueno o sea malo.” (2 Corintios 5:10). Y al joven Timoteo le dice
Pablo: “Te encarezco
delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos
en su manifestación y en su reino.” (2 Timoteo 4:1).
¿Qué
recibirán los justos e injustos? La respuesta es clara e indiscutible. El Señor Jesús lo dice
enfáticamente así: “No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos
los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno,
saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron los malo, a resurrección
de condenación.” (Juan 5:28,29).
Hay un glorioso comienzo para los
creyentes, pero un trágico destino final para los que rehusaron obedecer a
Cristo. Es
claro que con la muerte no se acaba todo, pues todavía falta el juicio y la
retribución por las obras hechas, sean buenas o malas. Dice el escritor de Hebreos, de este modo: “Pues
si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la
verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda
expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.”
(10:26,27).
También
se nos dice que los fieles y creyentes heredarán, por fin, el reino de Cristo.
En Mateo 25:31,34 leemos: “Cuando
el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él,
entonces se sentará en su trono de gloria. Entonces el rey dirá a los de su
derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros
desde la fundación del mundo.” Obsérvese que hay un reino futuro que se
heredará sólo en la segunda venida de Cristo.
Como
un anticipo diremos que cuando Jesús venga CONQUISTARÁ a todos las naciones y
estarán bajo su poder y mando. Él, y su iglesia, reinarán este mundo por mil
años. La conquista de
Cristo empezará con el derrocamiento de Satanás y sus demonios, a fin de que no
engañe más a las naciones; y pueda dar inicio a su gobierno mundial
desde la ciudad de Jerusalén (Israel). En esa fecha de su regreso se cumplirá
la profecía de Lucas 1:31-33, la cual señala que Cristo será el rey del Reino
de Dios en el trono de David, su padre en la carne. Por ejemplo, el profeta Isaías habla de
Cristo y su futuro reino milenario, así: “Porque un niño nos es nacido, hijo
nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable,
Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. Lo DILATADO DE SU
IMPERIO y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino,
disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para
siempre. El Dios de los ejércitos hará esto.”
¿Cuándo
Regresará Jesucristo?
Jesús fue contundente al afirmar que nadie puede saber el día y la
hora. Esto nos permite estar en guardia y alerta cada año, cada mes, cada día,
y cada hora de nuestras vidas. Jesús dijo: “Pero de aquel día y de la
hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el hijo, sino el
Padre. Velad, pues, porque no sabéis cuando vendrá el Señor de la casa; si al
anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana; para que
cuando venga de repente, no os halle durmiendo” (Marcos 13:32,35,36). Y cuando los discípulos querían
saber el tiempo del establecimiento del reino, Jesús les contestó: “No os toca
a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola
potestad.” (Hechos 1:7). Pretender, pues, decir que una iglesia o
persona sabe cuál es la fecha del regreso de Cristo, y del fin del mundo es una
falacia mayúscula.
Y
en Apocalipsis 16:15 Jesús dice: He aquí, yo vengo como LADRÓN. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que
no ande desnudo, y vean su vergüenza.” Sí, Jesús viene como ladrón en la noche, es decir, por
sorpresa, cuando todos duermen. No es que Cristo vaya a venir necesariamente de
noche, sino que se está refiriendo al elemento sorpresa.
¿Cómo
Regresará Jesús
La Biblia afirma que Cristo volverá VISIBLEMENTE, una sola
vez, y que todo ojo le verá. En Apocalipsis 1:7 leemos: “He aquí que viene con las
nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la
tierra harán lamentación por él. Sí, amén.” Es muy claro que todo ojo le
verá, incluso los malos e incorregibles. El vendrá de la misma forma en que se fue hace dos
milenios. En Hechos 1:10,11, leemos que dos ángeles de Dios se les
aparecen a los discípulos, mientras éstos iban viendo ascender a Jesús al
cielo. Y, ¿qué les dicen los ángeles a los discípulos? Veamos: “Y estando ellos con los ojos
puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a
ellos dos varones con vestiduras blancas. Los cuales también les
dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? ESTE MISMO JESÚS,
que ha sido tomado de vosotros al cielo, ASÍ VENDRÁ COMO LE HABÉIS VISTO IR AL CIELO”.
Jesús regresará con poder, y gloria, y
en la compañía de millares de ángeles. El mismo Jesús lo revela en Mateo 16:27 con
estas palabras solemnes: “Porque
el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre CON SUS ÁNGELES, entonces
pagará a cada uno conforme a sus obras.” Usted no encontrará, ni un solo
texto, en que se diga que Cristo volverá acompañado de su iglesia,
supuestamente arrebatada siete años antes por él al cielo.
También se nos revela que vendrá en un
tiempo difícil en donde la fe en él y en sus promesas se ponen en duda, y son
objeto de mofa.
El apóstol Pedro lo dice con estas palabras: “Sabiendo esto primero, que en los postreros días vendrán
burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está
la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres
durmieron, todas las cosas
permanecen así como desde el principio de la creación.” (2 Pedro 3:3,4).
Y Jesús se pregunta: “…Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la
tierra?” (Lucas 18:8).
¿Será silenciosa y secreta su venida?
No. Ya
hemos visto que todos le verán. Pero además de eso será “bulliciosa”, pues viene con voz de mando, con voz de arcángel,
y con trompeta de Dios. Dice Pablo a los Tesalonicenses enfáticamente: “Porque el Señor mismo con voz de
mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los
muertos en Cristo resucitarán primero.” (1 Tesalonisenses 4:16).
También
Jesús habla de su propia segunda venida, así: “Porque como el relámpago que sale del oriente y se
muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre”
(Mateo 24:27). Pues bien, ¿acaso los relámpagos no hacen ruido cuando aparecen
en el cielo nocturno? Por cierto que sí. Del mismo modo, cuando Cristo regrese al mundo
en persona, se presencia será como el relámpago que brilla, que hace ruido, y
que atemoriza.
Definitivamente Cristo vendrá cuando
menos lo esperemos, súbitamente, y sin aviso.
¿Volverá
Jesús en esta Generación?
¿Será esta generación la que vea venir
a Jesús en gloria para establecer su reino en la tierra? Durante casi dos
milenios la iglesia cristiana ha estado a la espera del Señor Jesús. A los Romanos Pablo
les expresa su seguridad que Cristo (nuestra salvación) está cada vez más cerca (13:11). Y
Santiago, escribiéndoles a judíos cristianos en la dispersión, les dice: “…Porque la venida del Señor ESTÁ
CERCA.” (5:8). Sí, la venida de Cristo era “inminente” para los primeros
cristianos, y la sigue siendo hoy. Siempre, desde los albores del cristianismo,
se han podido aplicar las profecías de Jesús registradas en Mateo 24, Marcos
13, y Lucas 21, a las distintas edades pos- cristianas; o al menos, a casi
todas. En cierto grado,
siempre hubo guerras, hambres, terremotos, falsos profetas, pestes,
persecución, etc, en la tierra. No obstante, hay eventos dados por Jesús en sus
profecías del fin, que difícilmente pudieron cumplirse en siglos pasados.
Vamos a ver tres eventos predichos por Cristo que se cumplirán en la última
generación predicha, y en la cual él volverá personalmente a la tierra.
1.- La Predicación del Evangelio del
Reino. En Mateo 24:14 Jesús profetizó que antes de su regreso, su evangelio del
reino sería predicado al mundo entero como testimonio. Ahora, esto
difícilmente pudo cumplirse en los siglos pasados. Por ejemplo, la imprenta fue
inventada por Gutenberg, en la Edad Media. En esa época, la impresión de un
solo ejemplar era costosísima, y sólo podía comprarlo un rico. Hoy, millones de
libros salen de las imprentas cada mes. Aun la Biblia tiene un tiraje que no es
superado por ningún otro libro en el mundo. Uno puede conseguir un ejemplar de
la Biblia, o parte de ella, a un precio módico. Ha sido traducida a más de mil
lenguas e idiomas como ningún otro libro. Además, la radio, la televisión, la
internet, y otros inventos de este último siglo, han ayudado grandemente a que
el evangelio llegue a millones de hogares por todo el mundo.
2.-
La Amenaza de la Extinción Humana. En Mateo 24:21,22 encontramos una
escalofriante revelación de la “energía nuclear” o también de la
“desintegración del átomo”, y de la invención y el empleo de bombas atómicas en
una guerra nuclear. Jesús dijo de esta espantosa realidad, así: “Porque habrá entonces GRAN
TRIBULACIÓN, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni
la habrá. Y si aquellos días no fuesen ACORTADOS, NADIE SERÍA SALVO; mas por
causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.”
3.- El Retorno de los Judíos a
Palestina. En Lucas 21:24 Jesús predijo que Jerusalén sería dominada por los no
Judíos, HASTA que los tiempos de los no judíos se terminaran o cumplan. Esto es tan cierto
como que el fuego quema. Por más de dos mil quinientos años la ciudad de Jerusalén
ha sido invadida y dominada por los gentiles (Babilonia, Grecia, Roma, los
árabes, los turcos, y los ingleses). Pero en la “Guerra de los Seis Días (1967 D.C)”, el ejército israelí
arrebata a los jordanos el control de Jerusalén y es anexada a su territorio
nuevamente.
Sin embargo, aún le espera a Jerusalén otra nueva y final invasión por
parte de naciones confederadas en torno al anticristo. Por un tiempo
relativamente corto parecerá que Jerusalén ya no tiene esperanza, hasta que
aparece Jesucristo para defender a su pueblo de sus enemigos que se han reunido
en el valle de Meguido o de Jezreel (Zacarías 14:1-4,16).
Estos
3 sucesos, repito, difícilmente pudieron cumplirse antes de la mitad de este
siglo XX. Ahora nos preguntamos: ¿Será esta la última generación predicha por nuestro Señor Jesucristo
en Mateo 24:34?
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