Prefiero,
personalmente, conducir de noche. Fundamentalmente por dos motivos, el primero,
la carretera está más despejada y segundo mis hijas van durmiendo, y la verdad,
voy más tranquilo. Además de este comentario tan particular, hay otras
cuestiones importantes, te las explicamos.
Consejos
para conducir de noche:
Si viajas a un sitio nuevo, comprueba la ruta previamente, verificando donde
están las gasolineras, aéreas de descanso, y consulta la información
meteorología.
Ajusta la velocidad a la vía por la que circules. Por si
no te has dado cuenta, el alcance de la visión llega hasta donde llega la luz
de los faros. Ve a una
velocidad que te permita controlar y frenan el coche.
Nunca te fíes de lo puede hacer el vehículo que te
precede, mantén una
distancia de seguridad razonable. Recuera que el que “alcanza” siempre
es culpable en un siniestro.
Cuando circules por una autovía o autopista,
especialmente, vigila los
retrovisores, siempre hay alguien que va muy rápido y te puede
sorprender.
Realiza
las paradas que sean necesarias. Para cada cierto tiempo a despejarte y
tomar aire, o toma un café y saluda al personal que trabaja de noche.
Las luces de tu coche son lo más importante para ver y
que te vean. Comprueba que
estén en perfecto estado y ajustadas a la carga del vehículo.
Canta
tu música preferida o comenta con los locutores de la radio, así
evitarás que te entre el sueño.
Si sufres deslumbramientos por los otros vehículos,
aminora paulatinamente tu velocidad y controla la línea continua de la derecha.
En
condiciones atmosféricas adversas, ajusta tu velocidad a la más adecuada
para no perder el control de coche nunca y si es necesario busca una vía de
servicio y despasar la tormenta.
NO
TE CONFIES NUNCA, no bajes la guardia.
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