La
generación conocida como Millenials ha sido víctima de múltiples crisis
económicas que los ha llevado a una dependencia económica de su grupo familiar
para estudiar, pagar una renta, e incluso pagar sus cuentas del celular.
La generación de hombres y mujeres en todo el mundo que nació entre los años 1981 – 1996
ha tenido que ser testigos de crisis económicas, financieras, laborales,
sociales y hasta climáticas, que desde diferentes puntos han afectado la
productividad de sus países.
Aunque debería ser normal que una persona entre los 25 y los
34 años fuera capaz de solventar sus obligaciones económicas y financieras por
sí mismo a través de la actividad laboral que desempeña, en el mundo sucede
todo lo contrario. El 40%
de los 2.000.000 millones de adultos Milennials, aún dependen de sus padres.
Se encontró que los padres de estos hombres y mujeres
contribuyen en cosas como las facturas de alquiler, tarjeta de crédito y
teléfono celular o simplemente les envían un cheque.
Un caso particular es el de los jóvenes estadounidenses que enfrentan más graves
problemas financieros que los que sortearon sus padres. Lo que explica
por qué reciben ayudas, pues alrededor del 70% de los estudiantes que se
gradúan de las universidades lo hacen con deuda, enfrentando el difícil mercado
laboral.
A
menudo tienen dificultades para encontrar puestos de trabajo con qué ganar lo
suficiente para pagar esos préstamos y pagar el alquiler. De hecho, el
23% de los padres con un niño que fue a la universidad paga por sus préstamos
estudiantiles, según la encuesta.
De acuerdo con un estudio reciente, el teléfono celular es un
elemento con el que fácilmente se puede identificar la dependencia de esta
generación conocida como los rebeldes más innovadores y generadores de
proyectos propios.
El informe de la firma consultora evidencia que el móvil
es una de las prioridades para esta generación que por su condición económica
no puede acceder a los planes por su cuenta, y esa ayuda es más probable de
obtener de sus padres.
Sin embargo, esta situación no es ajena a otras naciones.
En el caso de Alemania dos
tercios de los jóvenes entre los 21 y los 27 años viven con sus padres;
una tendencia que según el Instituto Goethe, obedece a comodidad, lapsos más
largos de formación profesional, escasez de dinero y educación liberal.
Este
fenómeno también se vive intensamente en España, en donde un tercio de los jóvenes
entre 25 y 35 años, (más de dos millones de personas) viven con sus padres.
Según
analistas de la generación de los Milennials, el estancamiento económico y la
falta de oportunidades laborales han llevado a estos jóvenes adultos a
desarrollar habilidades como la innovación y la creación de empresa propia,
tratando de mantener una senda individual de sostenibilidad según la
Organización Internacional del Trabajo.
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