COMUNICA:
El buen directivo tiene que ser visible a lo largo y ancho de la organización. Cultiva las relaciones
interpersonales, comunica con tus palabras, pero más aún con tus gestos y obras. Emplea
toda la creatividad de la que seas capaz para orquestar los intereses de los
distintos actores, alineándolos y dándoles cohesión.
Ilusiona
con tu mensaje, se capaz de seducir, transmitir con nitidez y eficacia la
misión, estrategia y el proyecto de empresa, a tus accionistas,
clientes, colaboradores y empleados y por último y no menos importante a la
Sociedad en su conjunto.
Se
transparente, sincero, que tras de tus palabras nos se esconda la
mentira y menos que tus hechos te desdigan. Ya conoces el dicho que un hecho
vale mas que mil palabras.
Establece cauces formales e informales en tu equipo para
que la información fluya a lo largo y ancho de tu Organización. Debes estar siempre dispuesto a
escuchar, ten una puerta abierta para tus colaboradores. Deja que fluyan
las ideas y no te aísles. Te alejarás de la realidad.
Se franco y sincero con tu equipo, todo el mundo tiene
derecho a conocer como se le ve y que se espera de el.
DESARROLLA
A LAS PERSONAS Y RODEATE DE LOS MAS VALIOSOS PARA CADA PUESTO: Rodéate de
excelentes profesionales, busca los mejores en cada puesto. No tengas
temor ni celo por ello. Ten en cuenta que tu papel es ser el entrenador,
orientarles en sus metas y guiarles hacia el éxito. Un error frecuente es poner
a un excelente técnico al frente de un equipo, como premio a sus conocimientos.
Con ello perdemos al técnico y creamos un mal directivo.
No caigas en el error de hacer un equipo solo de
estrellas. Ten presente que para obtener los mejores resultados tiene más valor al equipo, en su
conjunto, que la suma se sus individualidades. Busca su equilibrio,
complementariedad y cohesión. No permitas en su seno actitudes de vedetismo,
rivalidades y zancadillas, persigue sin desmayo.
Conoce
y aprovecha las cualidades de cada uno de tus colaboradores. No todos
son iguales y gestiona con inteligencia su desigualdad. Ten en cuenta que la
verdadera justicia nos es dar a todos por igual, ni tratar por igual a los
desiguales, sino reconocer y dar a cada uno lo suyo en sana competencia e igualdad
de oportunidades.
Desarrolla
sus capacidades, delega y encomiéndales las misiones más adecuadas a sus
conocimientos y habilidades. Permíteles crecer, hazles participes de los éxitos
y gestiona sus expectativas y alinéalas con los objetivos de tu compañía.
GANATE
EL RESPETO DE TUS COLABORADORES: No busques que te quieran, te envidien
ni menos aún que te adulen tus colaboradores. Permite la crítica y fomenta el
dialogo constructivo, desconfía de quien siempre asiente.
Igualmente no te muestres débil, busques el asentimiento
siempre a todas tus acciones, no seas indebidamente bondadoso ni permisivo con
tu equipo. Recuerda que la disciplina como rutina es una virtud que hace mejor
al equipo, nos permite superarnos, enfrentarnos mejor a las dificultades y
obtener mejores resultados
Tampoco
bases tu autoridad en la jerarquía y el miedo. No seas arrogante, agresivo, ni engreido.
Busca su respeto, gánatelo mostrándote cercano, próximo, austero y con un
proceder justo y responsable. Trata de convertirte en ejemplo y referencia, ya
sabes que el verdadero poder no nace del mando ni el ejercicio de la autoridad
sino de la influencia y admiración.
GENERA
CONFIANZA: Genera
seguridad y confianza mutua entre tus colaboradores. Convierte las
amenazas en oportunidades, ten fortaleza ante las dificultades y muéstrate
animoso y con espíritu positivo.
Anima a tu gente a actuar con decisión, sin paralizarse
por el miedo a arriesgar y fracasar. Genera un clima abierto y participativo
que promueva y premie las iniciativas personales.
No
utilices las broncas para corregir el error, Sólo conseguirás desmotivar
y generar resquemor e inseguridad. Se tolerante ante el error pero no permitas
la apatía y el conformismo. Hazles
ver que se aprende más de un error que de los éxitos.
TRANSMITE
OPTIMISMO: Ten
capacidad de liderazgo, transmite optimismo. Ilusiona a la gente con el
trabajo bien hecho. Haz atractivo el trabajo y el entorno, crea a tu alrededor
un ambiente de entusiasmo, diversión y reto para abordar nuevos proyectos. El
trabajo con alegría y buen humor da mejores resultados y cuesta menos.
RECOMPENSA
A TU EQUIPO SEGÚN SUS MERITOS: No generes camarillas en torno a ti ni
agravios comparativos en tu equipo. Haz del mérito una referencia en la que
medirse unos con otros. Agradece los servicios ayer prestados con honores y no
mando.
Muéstrate objetivo, se generoso con el esfuerzo,
comprensivo ante las dificultades, premia con creces y reconocimiento el buen
el resultado, pero no toleres la envidia, la cizaña ni la desidia.
COMPORTATE
SIEMPRE CON HONESTIDAD E INTEGRIDAD: Se una persona integra, honesta, fiable y predecible.
Haz de la ética y la responsabilidad social una guía de comportamiento.
Muéstrate transparente, actúa con justicia, habla claro a tu gente, se lo merecen.
Huye de la complacencia, se sincero y predica con el ejemplo.
ACTUA
HOY Y PIENSA EN EL MAÑANA: Gestiona hoy con eficacia. No descuides el presente, pero
que el mismo no te hipoteque el mañana. No olvides que las “decisiones
de hoy” y lo que es peor las no decisiones ó “indecisiones de hoy” configuran
el futuro.
TOMA
LA INICIATIVA Y GESTIONA PERMANENTEMENTE EL CAMBIO: No estés a merced de
los acontecimientos, conoce tu entorno y actúa sobre él para cambiarlo. Toma la
iniciativa, ya sabes aquello que si no decides otros lo harán por ti y sufrirás
las consecuencias. Se dueño de tus errores y aprende de ellos. Recuerda que
quien da primero da dos veces.
Señala el camino, anticipa el cambio, y haz que tu equipo
crea en él mismo. Pon a los mejores a gestionarlo. Como decía P. Druker: Tras una empresa de éxito
alguien tomó una decisión valiente.
COMPORTATE
CON AMBICION Y NO SEAS VANIDOSO: Compórtate con ambición, ponte metas
elevadas, no te conformes con poco. Ten presente la que la mejor defensa contra
la mediocridad es la ambición. Nos hace ser mejores.
Pero no caigas en la trampa de una ambición sin mesura,
te llevará al precipicio.
Tampoco
confundas ser ambicioso con la vanidad, el orgullo y la arrogancia, con que se
manifiesta sólo te traerá el fracaso, la envidia y un montón de enemigos
esperando a que caigas.
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