LA PUERTA DE LA LIBERTAD

Un aviador es encarcelado, acusado de espionaje.
Su celda, sin ventanas, tiene dos puertas:
Una conduce a los calabozos y la otra a la libertad. 

Dos carceleros custodian las puertas, uno veraz y el otro mendaz.
El prisionero conoce estas circunstancias pero ignora qué puerta conduce a la libertad y cuál de los carceleros miente.
La sentencia dictada contra el inteligente piloto contenía una cláusula de gracia que le permitía hacer una sola pregunta a uno solo de los guardianes y ser liberado si, como consecuencia de la respuesta, era capaz de determinar qué puerta le conducía a la libertad.
¿Qué pregunta formuló el reo para verse en libertad?

LA PUERTA DE LA LIBERTAD
Solución
La pregunta fue ésta:
Si yo preguntase al otro carcelero qué puerta conduce a la libertad ¿cuál me señalaría?
El piloto salió por la puerta contraria a la indicada en la respuesta y se vio libre.
En efecto, llamemos L a la puerta que conduce a la libertad y C a la que conduce a los calabozos.
Si la pregunta se hace al carcelero veraz, éste, al no mentir, diría que el otro carcelero (el embustero) habría señalado la puerta C; a la misma conclusión se llega si la pregunta se hace al carcelero mendaz.
Si sabemos que ambos carceleros señalarán la puerta C, que conduce a los calabozos, el piloto, para verse libre, deberá salir por la puerta no señalada por éstos.