Los
celos enfermizos suelen esconder una baja autoestima y unas altas dosis de
inseguridad.
La persona que no cree en sí misma y no se
ama, difícilmente puede
amar a otros y confiar en ellos.
Cuando te valoras y crees en ti no estás a
merced de las dudas y las vences con una firme confianza.
Entonces
solo sientes esa pizca de celos que no hacen daño y, antes bien, le dan picante
a una relación.
Unos
gramos de celos son como la sazón de una rica comida, la falla es que los celos
sean el plato principal.
De otra parte es normal sentir celos cuando
hay engaños y cuando la pareja es engañosa.
Si los
celos te dominan controla tu mente, tus emociones y, en caso grave, busca ayuda
sicológica.
Hazlo ya y no lo aplaces ya que los celos
pueden acabar con el amor
y te roban la paz del alma.
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