La genial cantante canadiense Celine
Dion le habló así a su marido René Angélil antes de morir:
“Puedes marcharte en paz. Gracias
porque siempre te has preocupado por mi carrera, por mis hijos.
Créeme,
los niños están bien, yo
estoy bien, todo estará bien. Por favor, vete en paz. No quiero que te preocupes”.
Sí así es como se debe hablar a un
moribundo. Él fue
su representante y esposo y soportó por años un cáncer de garganta.
Partió
el 14 de enero a los 73 años y juntos criaron un hijo de 15 y dos gemelos de 5
años.
Celine
hace poco hizo una linda fiesta con globos de colores, y con la película
animada y dio luces y consuelo a sus hijos.
Un
hermoso ejemplo de cómo se
puede aceptar la muerte sin que ella nos sumerja en un océano de desespero.
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