Dicen que Napoleón Bonaparte borró de
su diccionario la palabra imposible.
Inteligente
porque, aunque hay imposibles, la gran mayoría solo están en la mente de los incapaces y los
pesimistas.
Hay
otras palabras que yo he borrado de mi diccionario como estas tres: Lástima, pesar y pobrecito.
Evado a los que hacen teatro en el rol
de víctimas,
siempre quejándose, siempre buscando que les tengan pesar.
En lugar de dar lo mejor de sí,
superarse y buscar salidas,
se anquilosan en ese papel ingrato.
Muchas
mamás son profesionales del victimismo, nada les gusta, todo es un problema y
están muertas en vida.
Ámate y no caigas en ese vicio
detestable, aprende
del ciego feliz o el que hace deporte en sillas de ruedas.
¡Cuánto daño se le hace a un niño
cuando lo tratan como pobrecito por ser huérfano, discapacitado o pobre! ¡Nadie
es pobrecito!
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