Biblia cristiana
> Antiguo Testamento > Pentateuco > Deuteronomio > Primicias y
diezmos (5:26:1 - 5:26:19)
“Cuando hayas
entrado en la tierra que Jehovah tu Dios te da por heredad, y hayas tomado
posesión de ella y la habites, entonces tomarás de las primicias de todos los
frutos que saques de la tierra que Jehovah tu Dios te da, las pondrás en una
canasta e irás al lugar que Jehovah tu Dios haya escogido para hacer habitar
allí su nombre.
Vendrás al
sacerdote que haya en aquellos días, y le dirás: Reconozco hoy ante Jehovah tu
Dios que yo he entrado en la tierra que Jehovah juró a nuestros padres que nos
daría.
“El sacerdote tomará la canasta de tu mano y la
pondrá delante del altar de Jehovah tu Dios.
Entonces
hablarás y dirás delante de Jehovah tu Dios: Un arameo errante fue mi padre. El
descendió a Egipto y vivió allí con unos pocos hombres, y allí llegó a ser una
nación grande, fuerte y numerosa.
Los egipcios nos
maltrataron, nos afligieron e impusieron sobre nosotros dura esclavitud.
Pero clamamos a
Jehovah, Dios de nuestros padres, y Jehovah escuchó nuestra voz. Vio nuestra
aflicción, nuestro trabajo forzado y nuestra opresión, y Jehovah nos sacó de
Egipto con mano poderosa y brazo extendido, con gran terror, con señales y
prodigios.
Nos trajo a este
lugar y nos dio esta tierra: una tierra que fluye leche y miel.
Y ahora, oh
Jehovah, he aquí traigo las primicias del fruto de la tierra que tú me has
dado. “Lo dejarás delante
de Jehovah tu Dios, y te postrarás delante de Jehovah tu Dios.
Entonces te
regocijarás, tú con el levita y el forastero que esté en medio de ti, por todo
el bien que Jehovah tu Dios te haya dado a ti y a tu casa.
“Cuando
hayas acabado de entregar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año
del diezmo, darás al levita, al forastero, al huérfano y a la viuda, para que
ellos coman en tus ciudades y se sacien.
Entonces dirás
delante de Jehovah tu Dios: Yo he sacado de mi casa lo
consagrado, y además lo he dado al levita, al forastero, al huérfano y a la
viuda, conforme a todos los mandamientos que me has mandado. No he transgredido
tus mandamientos, ni me he olvidado.
No he comido de
ello estando de luto, ni he sacado de ello estando impuro, ni de ello he
ofrecido a los muertos. He
obedecido la voz de Jehovah mi Dios y he hecho conforme a todo lo que me has
mandado.
Mira desde tu
santa morada, desde el cielo, y bendice a tu pueblo Israel y la tierra que nos
has dado, como juraste a nuestros padres: una tierra que fluye leche y miel.
“Jehovah
tu Dios te manda hoy que cumplas estas leyes y decretos. Cuida, pues, de
ponerlos por obra con todo tu corazón y con toda tu alma.
Tú has
proclamado hoy que Jehovah es tu Dios y que andarás en sus caminos, que guardarás sus leyes, sus mandamientos y sus decretos, y que escucharás
su voz.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios