El
cartílago se compone de tejido conectivo flexible que soporta estructuras sin
peso, como la nariz, el pabellón auricular y las articulaciones, pero son
susceptibles de una gran cantidad de lesiones, dependiendo la regeneración de
los cartílagos en gran parte de la alimentación.
La
importancia del Colágeno
Los esguinces, son las lesiones más habituales que sufren
los cartílagos, siendo las articulaciones más afectadas, tobillos, rodillas,
muñecas, codos y hombros, pero las quemaduras y otras heridas pueden dañar el
cartílago, cuya regeneración dependerá de una alimentación adecuada que
estimule su crecimiento.
Entre
los nutrientes más importantes para su regeneración, se encuentra la “Lisina”,
un aminoácido que ayuda la absorción de calcio y la producción de colágeno,
como parte de la formación de los cartílagos, la piel y los tendones.
Una
deficiencia de lisina puede retrasar el crecimiento y causar fatiga,
pero también la recuperación de quemaduras, rasguños y daños en otros tejidos,
también necesitan de lisina para estimular el proceso natural de curación.
Se
recomendada un consumo de 12 mg por kilogramo de peso corporal de lisina.
Los
alimentos ricos en lisina son las legumbres, la soja, la levadura de cerveza y
los frutos secos.
La
vitamina C es un antioxidante natural capaz de aumentar las defensas del
cuerpo, también ayuda en la producción natural de colágeno y por lo tanto en la
regeneración de tejidos conectivos, manteniendo el correcto funcionamiento de
los vasos sanguíneos y el flujo de sangre oxigenada responsable de la curación.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios