La
acción y la emoción son geniales en tu vida, pero recuerda que también lo son
la paz y la armonía.
Si vas a pasar todo tu tiempo ocupado y entretenido en tu
trabajo rutinario, no tendrás tiempo para encontrarle el sentido a tu vida. Debes tener tiempo para poderte desconectar de la
rutina y encontrarte con Dios, reflexionar sobre lo que haces, lo que eres, las personas que te rodean y el
cumplimiento de tus metas.
Tu no tienes que ver, ni oír, ni saber todo lo que te
sucede. Gran parte de este
conocimiento se adquiere al hacer pausas en tu vida para reflexionar y tomarse
el tiempo para procesar todo lo que sabes y todo lo que te ocurre.
Tu
poder de pensamiento es una de las habilidades más valiosas que tienes.
Sin embargo, si tu estás constantemente inmerso en el trabajo y la rutina, tu capacidad de análisis
comenzará a marchitarse.
Disfruta
del gran placer que traen los momentos de tranquilidad y silencio. Por un
momento abandona la rutina para meditar, reflexionar y redescubrirte a ti mismo.
Haz a
diario pausas de reflexión y deléitate con lo que ves, con lo que escuchas, con
las emociones y con el entusiasmo que te ofrece tu vida y encuentra ese tesoro
en lo profundo de tu ser, donde hallaras paz y armonía.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios