Günter Grass (1927-2015) fue un
novelista y escultor alemán, conocido por su notable participación en el Grupo
47 de escritores alemanes.
Hablamos
de un escritor polémico, controvertido y de una fuerza literaria increíble.
Grass reveló en su trilogía autobiográfica, concretamente en el libro “Pelando
la cebolla” (2006), que había sido miembro de la Waffen-SS, un cuerpo de élite y brazo de
combate de las SS a los 17 años. Jamás disparó un arma. Se trata de un capítulo del que se
avergonzaría toda su vida pero que jamás quiso ocultar.
Entre sus novelas más conocidas destacan: El tambor de
hojalata (1959), El gato y el ratón (1961), Años de perro (1963) o Escribir
después de Auschwitz (1990). Su estilo se caracteriza por influencias tan
dispares como Alfred Döblin o los hermanos Grimm y, a lo largo de su vida,
pasaría tanto por la lírica, como por los ensayos, el drama, la autobiografía,
las esculturas, las pinturas o los dibujos.
Grass
fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura y el Premio Príncipe de
Asturias de las Letras en 1999. Falleció el 13 de abril de 2015 a los 87
años en un hospital de la ciudad de Lübeck (Alemania).
Estas
son sus frases más famosas:
“Incluso los malos libros son libros, y por lo tanto
sagrados”.
“El
dinero no crea ideas, sino melancolía”.
“Cuando
algo es moralmente correcto hay que defenderlo sin preocuparse de las
consecuencias políticas o personales que vamos a pagar”.
“Melancolía y utopía son cabeza y cola de la misma
moneda”.
“El
recuerdo se asemeja a una cebolla que quisiera ser pelada para dejar al
descubierto lo que, letra por letra, puede leerse en ella”.
“En
estadística, lo que desaparece detrás de los números es la muerte”.
“Europa
no conseguirá sobrevivir sin inmigración. No debería tenerse tanto miedo de
eso: todas las grandes culturas surgieron a partir de formas de mestizaje”.
“Voy a componer un ballet para tus glóbulos, los rojos y
los blancos. Cuando caiga el telón te tomaré el pulso y veré si el esfuerzo ha
merecido la pena”.
“Nada
es seguro, podríamos estar subiendo y no bajando”.
“Sin la menor duda, el afecto solicito hacia mi persona
había impedido a mis amigos traerme
algo tan peligroso como es el papel en blanco y ponerlo a disposición de
las sílabas que
incesantemente segrega mi espíritu”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios