Eres inmensamente rico: sólo en tu cerebro dispones de 14 mil millones de
neuronas.
Tú
eliges usarlas bien o mal y recuerda que no
se regeneran como sí lo hacen otras células del cuerpo.
Eres una maravilla, pero acaso lo olvidas enfocado en tus problemas, no en tus bendiciones.
En mis
charlas con los enfermos siempre salgo agradecido y dispuesto a valorarlo todo.
En especial cuando veo a alguien que ya no puede digerir, caminar o tiene que usar un pañal.
¿Por
qué será que somos tan inconformes? ¿Por qué simples fruslerías nos impiden ser
felices?
Razón tienen los sabios cuando nos invitan a valorarlo todo y a dar gracias sin cesar.
Donde
hay amor hay gratitud, y donde reina la gratitud moran la esperanza y la
alegría
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