Las personas que padecen obsesidad
abdominal, que se manifiesta cuando el índice cintura/cadera (ICC) es superior
a 0,8 en mujeres y a 0,95 en hombres, tienen el doble de riesgo de sufrir un
episodio de muerte súbita,
según han afirmado miembros de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) en
relación a los resultados de un estudio reciente publicado en 'Heart'.
"La obesidad abdominal es un
índice de grasa visceral, y esta grasa está asociada a mayores alteraciones
metabólicas en forma de intolerancia a la glucosa, disminución de la sensibilidad a la
insulina, alteración del
perfil lipídico así como una mayor influencia en los procesos
inflamatorios que la grasa acumulada el otras áreas, lo que lleva a un aumento del riesgo
cardiovascular".
Además,
la obesidad conlleva una
mayor sobrecarga hemodinámica, que puede llevar a hipertrofia de
ventrículo izquierdo y además se asocia a alteraciones eléctricas como mayor número de extrasístoles,
alargamiento del QT, y disminución de la variabilidad de la frecuencia
cardiaca, factores todos ellos que pueden aumentar el riesgo de arritmias.
Asimismo,
la investigación concluye que la obesidad abdominal tiene mayor influencia en la enfermedad
cardiovascular, y en otras muchas enfermedades, que la obesidad general,
por lo que recomiendan el cálculo del ICC frente al índice de masa corporal
(IMC) y al perímetro de la cintura. "En concreto, el estudio muestra que con un índice de masa
corporal elevado, el sujeto aumenta en un 34 por ciento el riesgo de muerte
súbita, frente al 49 por ciento del perímetro de la cintura o al 100 por ciento
del índice cintura/cadera", destacan.
En
este sentido, la presencia
de grasa en la zona central del cuerpo es mucho más relevante que en otras
partes del organismo, "por lo que es recomendable utilizar este
índice en el cálculo del riesgo de los pacientes".
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